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miércoles | 24 abril | 2024
Como ocurre en otras ciudades de España, el problema de la vivienda en A Coruña está volviéndose acuciante, con alquileres muy altos que, contrastan con la gran cantidad de viviendas vacías que los propietarios no sacan al mercado ya sea porque no resultan atractivas o directamente no se encuentran en condiciones de ser habitadas. Pero no todos los barrios de la ciudad están afectados igualmente por este problema. Los estudios realizados por el Ayuntamiento durante el mandato de la Marea señalan que la Ciudad Vieja como el barrio con más pisos vacíos: mientras que la media de la ciudad, es de 12,20%, en el casco histórico es de 34,7%
Según el estudio de Urbanismo, se trata de un fenómeno que se ha acentuado en el último decenio, en el que el número de pisos vacíos pasó de 564 a 641. Es decir, que se incrementó un 13%. En ese mismo lapso de tiempo, el número de pisos vacíos en A Coruña se incrementó, pero a un ritmo mucho menor (en torno a un 7%) llegando a los 20.656 según el último cómputo. Se trata de un hecho significativo, al que hay que añadir otras peculiaridades de la Ciudad Vieja con respecto al resto de A Coruña.
Por ejemplo, en lo relativo a las distintas formas de propiedad: el numero total de residentes propietarios de una vivienda totalmente pagada viene experimentando un descenso en los últimos años, mientras que las otras formas de tenencia se han ido incrementando, pero el alquiler no ha crecido tanto en como en otras partes del municipio, lo que podría indicar que los potenciales inquilinos no encuentran el casco histórico muy atractivo.
Los estudios municipales revelan diferencias significativas en la Ciudad Vieja, como un “brusco descenso” de la bolsa de viviendas en alquiler, así como un aumento más fuerte dos propietarios con pagos pendientes o hipotecas, mucho más acusado que en el resto de la ciudad.
Así, el 46,7% de los pisos de la Ciudad Vieja se hayan en propiedad, por compra o con una hipoteca con pagos pendientes, mientras que la media municipal es del 55,3%. Eso sí, en ambos casos, el porcentaje de vivienda totalmente pagada es similar; 34,2% en el caso de la ciudad, y 37,3% en el del casco histórico.
Otra cuestión totalmente distinta es el estado de las viviendas. Los estudios de la Concejalía de Urbanismo señalan que, si bien el barrio más antiguo de la ciudad fue capaz de atraer en los últimos años algunos vecinos nuevos, la complejidad y el coste extra que suponen los costes de rehabilitación convierten la reforma en algo inasumible excepto para los residentes con un alto poder adquisitivo. La asociación de vecinos calculaba, ya hace años, que el 60% de los edificos precisaban algún tipo de rehabilitación.
El concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, manifestó recientemente que están trabajando en medidas para paliar este problema, que no atañe solo a la Ciudad Vieja. En el próximo pleno presentará la nueva ordenanza de rehabilitación y conservación de edificios que esperan que contribuya a procesos de rehabilitación no solo para cuestiones como la eficiencia energética o la accesibilidad, sino que haya otros procesos de rehabilitación que “haga que ciertos puntos con cierta degradación mejoren”.
El edil reconoce que puede haber puntos en la ciudad que requieran una intervención directa municipal. “Hay herramientas que nos da la ley para sacar adelante expropiaciones, pero tenemos que verlo siempre con mucha prudencia”, advirtió.
