El Liceo suda para igualar su mejor arranque liguero

El Liceo suda para igualar  su mejor arranque liguero
Di Benedetto se quedó sin marcar frente a un ‘joven’ guaradamete de 45 años de edad | quintana

El Liceo sudó más de lo que puede sugerir el marcador final para doblegar a un buen Girona e igualar así su mejor arranque liguero de la historia: 10 victorias, al igual que el curso pasado y el 1991/92.

Arrancaron los verdiblancos como el ambiente en el exterior: fríos. Un par de disparos lejanos, que apenas inquietaron a Llaverola, fue el bagaje ofensivo de los  tres primeros minutos. El Girona, bien plantado en torneo a su meta, también avisó desde lejos.

Y golpeó. Un clamoroso error defensivo local dejó solo a Alex Grau, que no tuvo problemar para fusilar a su hermano mayor. Y pudo ser peor, a los 10 minutos, el gemelo de Alex, Marc, vio la azul por contar un contraataque, pero este vez el mayor pudo con la falta directa ejecuta por Pujol.

Inferioridad positiva
La inferioridad numérica sobre la pista y la parada de Carles despertó al Liceo, que ganó en dinamismo y velocidad a la hora de mover la bola. Un posible penalti escamoteado a Di Benedetto fue el preámbulo de la igualada. Adroher llevó la contra, asistió a Marc, que desde el borde del área doblegó a Llaverola.

Poco después, Riazor se llevó otro susto, pero el 1-2 lo anotó Gelmà con el patín.

Y del susto a la alegría en menos de menos de cuatro minutos. Adroher fue ‘O Mago’ en la primera falta directa de que dispuso. Izquierda, derecha y escuadra. Sería la única vez que podría doblegar a bola parada a un espléndido Llaverola, que menos de un minuto después ganó, con el pattín izquierdo el cara cara entre dos glorias doradas: 81 años suman entre ambos.

La segunda parte arrancó con el freno de mano puesto en ambos lados de la cancha. Pocas ocasiones para marcar y un mayor control de los de Juan Copa, que volvieron a toparse con los maravillosos 45 años de Llaverola. Primero fue Adroher, con un remate a una mano, y luego Di Benedetto.

Tras un par de avisos del Girona, abortados por Carles Grau, Carballeira no pudo empalar de volea en el segundo palo con todo a favor para hacer el 3-1, que llegaría tras un error de Mendes: regaló la bola a Platero, que se fue por la derecha y alojó la bola en la escuadra izquierda de Llaverola.

El angoleño tuvo la redención  dos minutos después, pero Carles Grau le detuvo sin problemas una directa. Y otro error, este colectivo, acabó con el Girona. Sus jugadores se quedaron congelados tras una falta a favor del Liceo y Carballeira remachó solísimo en el segundo palo.

De ahí al final, dos cara a cara más ganados por Llaverola –ovacionado por una grada con medio millar de aficionados– a Adroher. Tres de cuatro le salvó el exliceísta a ‘OMago’, algo de lo que muy pocos presumir.

El lunes, más. Visita Riazor el Palafrugell, que debería ser un espectador de lujo de un récord verdiblanco.

El Liceo suda para igualar su mejor arranque liguero

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