Joan Capdevila no estará el domingo en el césped de Riazor porque se encuentra sancionado, pero cabe la posibilidad de que sí acuda a presenciar el encuentro entre el Deportivo y el Espanyol.
Probablemente, no lo haga como el año pasado, cuando acudió al estadio blanquiazul para participar activamente en la celebración del ascenso, como un aficionado más, en uno de los fondos del estadio.
Tendrá que ser más cauto en esta ocasión, porque ya no defiende la camiseta del Benfica, sino la del rival blanquiazul, el Espanyol, que visita A Coruña con la intención de explotar sus últimas opciones de clasificarse para Europa.
“Especial es poco. Es un partido muy bonito, con buen ambiente, en el que los dos se juegan mucho y a ver qué pasa. Me gustaría estar”, comentó en Cope Galicia. Aunque no pueda estar en el césped, sí pedirá estar en la grada. “Me gustaría viajar, pero a lo mejor tengo entrenamiento el domingo y no puedo. A ver si me dan un permiso”, manifestó.
Sus sentimientos se dividen entre el Deportivo y el Espanyol. Su deseo es imposible. “A nadie le gusta perder, ni jugando con los amigos. Pero la necesidad que tiene el Deportivo para ganar este partido y salvar la categoría creo que le hace favorito. Mi deseo es imposible, que ganen los dos. Nosotros vamos a apurar las opciones de llegar a Europa y lo que quiero es que el Depor se salve porque luego tiene que jugar con el Málaga y la Real Sociedad y seguro que esos partidos también los va a ganar”, pronosticó con optimismo.
El Espanyol llegará mermado. “Respecto al último partido tenemos cuatro bajas importantes pero la plantilla es amplia y el míster pondrá a los cuatro más adecuados para este partido”, apuntó el campeón del mundo y de Europa con la selección española, con la que jugó su último partido en junio de 2011 ante Venezuela en Puerto La Cruz.
“Cuando me retire, quizás le daré más valor a todo lo que he conseguido. Ahora, estoy pensando en lo que puedo hacer y no en lo que he hecho”, apuntó el lateral izquierdo.
Joan recordó sus años en Riazor, entre 2000 y 2007. “El ambiente es fantástico, lo pude vivir en la época buena, la de Champions, y era una pasada. Con ese ambiente prácticamente las piernas van solas. Es un punto a favor del Depor”, declaró.
“En los años que estado allí he notado el calor de la gente y su cariño y no lo podré olvidar. El Depor será uno de mis equipos hasta que me muera”, indicó. El catalán confesó que vivió “unos años inolvidables” en el Deportivo, con episodios como el 0-5 al Celta en Balaídos, y se mostró dispuesto a poner “la mano en el fuego” por el Depor en el caso de los supuestos amaños.