8º-14º
martes | 30 abril | 2024
La situación del puerto deportivo de Sada, sus idas y venidas por los tribunales, las confusiones administrativas y los diferentes cambios al frente de su gestión han dejado damnificados por el camino. La sentencia del Tribunal Supremo de 2007 anulando la concesión inicial y el comienzo del informe de inejecución del fallo en 2009, fueron solo el principio de muchos problemas.
Uno de los ejemplos más claros es el de Punta Arnela, empresa que operaba en la dársena hasta hace un par de años y que se encuentra en fase de liquidación. De hecho, no aceptaron firmar la concesión nueva porque las condiciones, recuerdan, no eran las mismas que tenían y temían verse abocados a no poder desarrollar su actividad con normalidad en el puerto.
reversión
En septiembre de 2012, hace ya casi dos años, Portos de Galicia y Punta Arnela firman la reversión a la administración de las naves de taller y la destinada a tienda. En ese documento, figura la cantidad que podría alcanzarse para saldar la operación en concepto de indemnización.
Sin embargo, a día de hoy, los representantes de la empresa no han visto un solo euro. Ni siquiera saben oficialmente si lo verán o no en algún momento ni si este llegará pronto. Es más, la empresa denuncia que desde el ente público –dependiente de la Consellería do Mar– llegan a facturar y reclamar el pago de tasas de ocupación de esas instalaciones a Punta Arnela, cuando esta ya no es titular de las mismas.
En este sentido lamentan que el presidente de Portos de Galicia, José Juan Durán, no ha contestado a ninguna de las cartas en las que le han solicitado una entrevista simplemente para eso, para conocer de primera mano si recibirán la citada compensación.
irregular
Asimismo, aseguran, una de las naves es objeto de una cesión temporal a la actual concesionaria de la dársena deportiva, Puerto Deportivo de Sada SL, una actuación que califican de “irregular” y a la que, además, se le suma que esta sociedad, a su vez, subarrienda a otro taller que hace también uso de otra nave que no está cedida.
Punta Arnela se pregunta cómo es posible que esto se produzca mientras no se ha resuelto su expediente. Y, además, no entienden por qué las tasas generadas por sus antiguas instalaciones no son aplicadas al pago de la indemnización reconocida por Portos de Galicia en ese documento de reversión.
Los representantes de Punta Arnela, por último, cuestionan el proceder de la administración autonómica, que lleva cinco años de demora para resolver este expediente –más los dos desde la sentencia del Supremo– y denuncian otros intereses, ya que en su momento, personal de Portos de Galicia les reconoció que la solución pactada no llegó en su momento porque “no convenía políticamente”.
