No existe constancia de que se cruzasen apuestas pero, de haberlas habido, el ganador sería el que aventuró a pronosticar que permanecería inmaculada seis meses.

Porque ese es el tiempo, más o menos, que ha tardado la cubierta de la laguna de Mera en convertirse en un lienzo (otro más) de los grafiteros que ejercen su labor “artística” a lo largo y ancho del municipio de Oleiros.

Una pintada de gusto técnico bastante discutible marca uno de los soportes de madera de la estructura traslúcida que se inauguró con motivo de las fiestas patronales de esta localidad de la parroquia de Maianca a principios del pasado verano.

Objetivo
La cubierta fue construida por el Gobierno local, que preside Ángel García Seoane, con el objetivo de que se pudiesen celebrar todo tipo de eventos independientemente de las condiciones meteorológicas. Pero en el “todo” no figuraban exposiciones de grafitis o pintadas, como ahora ya pueden apreciar las decenas de vecinos de Mera que disfrutan de las instalaciones de la laguna.

La construcción de la estructura supuso, en su momento, una inversión de más 350.000 euros pero ante esta situación, que a nadie extrañaría que volviera a producirse, el gasto se verá incrementado debido a los costes que supondrán la eliminación de las pintadas que afean esta edificación que compite en dimensiones con la chimenea de la antigua fábrica de tejas.