La multitudinaria manifestación que el pasado domingo protagonizaron miles de gallegos para exigir que no se abra la mina de oro de Corcoesto, dio ayer las razones que la oposición necesitaba para exigir a la Xunta que paralice inmediatamente este megaproyecto minero.
Así, socialistas y nacionalistas coincidieron ayer en enmarcar que una voz unánime respondió el domingo a la Xunta en sus intenciones de “abrir en canal” la comunidad gallega.
“No se puede hacer una actividad industrial contra el territorio”, aseguró ayer la dirigente socialista Carmen Gallego, quien se felicitó por la amplia afluencia en la protesta, e insistió en que el PSdeG comparte con la ciudadanía que no se puede hacer una actividad industrial “contra el territorio”.
Gallego subrayó que la manifestación respondió a una preocupación ciudadana. “No se puede hacer una actividad industrial que vaya en contra del territorio”, subrayó.
Esta actitud, dijo, que debe tener “un Gobierno responsable: que por encima de todo, tiene que velar por los intereses generales del país y complementar las actividades privadas con el interés prioritario de protección del territorio”.
Por su parte, el BNG presentó una proposición no de ley en la que pide a la Xunta que retire el plan sectorial de actividades extractivas y presente otro consensuado con los agentes del consejo gallego de minería.
Carme Adán y Francisco Jorquera, diputados del BNG, defendieron la necesidad de que la Xunta tome esta decisión, sobre todo, coincidieron, tras la “auténtica moción de censura” demostrada el domingo por los ciudadanos en Compostela.
Anunciaron que el BNG continuará con la “ofensiva política” para detener los planes de megaminería de la Xunta, entre ellos, la mina de oro de Corcoesto
Mientras, el popular Pedro Puy aseguró que la Xunta “tomará la mejor solución” sobre el proyecto de Corcoesto conforme “al interés general; esto es, medioambiental, de salud y de capacidad de generar riqueza”. De todas forma, explicó que este tipo de actividades ya están “muy reguladas”.