Los agentes investigan los posibles apoyos de la célula en países europeos

Los agentes investigan los posibles apoyos de la célula en países europeos
La masía de Riudecanyes utilizada como refugio por la célula yihadista | Jaume Sellart (efe)

La policía busca los posibles apoyos que la célula que atentó en Cataluña pueda tener en Europa, donde viven once sospechosos que han sido identificados por las autoridades marroquíes, e investiga los viajes que los terroristas hicieron a países como Bélgica, Francia, Suiza o Austria.
La segunda fase de la investigación de los atentados de la semana pasada en Barcelona y Cambrils (Tarragona), que dejaron quince muertos, se centra en las conexiones internacionales que podía tener la célula y que, según fuentes cercanas al caso, pudieron resultar claves para prestar apoyo logístico.
Además del viaje de los terroristas al sur de París entre los días 11 y 12 de agosto y los desplazamientos del imán de Ripoll (Girona) a Bélgica, donde intentó supuestamente reclutar terroristas, se investiga la presencia de miembros de la célula en Zúrich (Suiza) y Viena (Austria).
Concretamente, a la localidad suiza viajaron el pasado mes de diciembre Mohammed Hychami, uno de los terroristas abatidos en el atentado de Cambrils (Tarragona), y Youssef Aallaa, uno de los dos fallecidos en una casa de Alcanar (Tarragona), junto al imán de Ripoll y presunto cerebro de la red, Adelbaki Es Satty.
La policía está tratando de averiguar si guarda relación con los atentados el viaje de ambos terroristas, los mismos que el pasado 1 de agosto fueron grabados por cámaras de seguridad cuando compraban en un bazar chino de Sant Carles de la Rápita (Tarragona) fundas de almohada, bridas y acetona para presuntamente ultimar los explosivos con que pretendían atentar.

Conferencia a jóvenes
Asimismo, las autoridades austríacas están investigando si el imán de Ripoll estuvo dos veces en este país entre los años 2015 y 2016, donde impartió una conferencia a un grupo de jóvenes de un barrio de Viena, una información que publica el periódico “Kronen Zeitung”.
Paralelamente, las autoridades de Marruecos han proporcionado información sobre once personas residentes en territorio europeo que podrían estar vinculadas con la célula que atentó en Barcelona y Cambrils, cuyos integrantes son todos de origen marroquí.
En los últimos días, se ha detenido en las localidades marroquíes de Casablanca, Uxda y Nador a tres personas presuntamente relacionadas con la célula terrorista, entre ellos un butanero que había residido en Ripoll (Girona) y que fue vecino del autor material del atropello masivo de La Rambla de Barcelona.
En Marruecos estuvo durante nueve días a principios de este mes Driss Oukabir –miembro de la célula que permanece en prisión preventiva y hermano de uno de los abatidos en Cambrils–, quien a su regreso acudió al juzgado de Ripoll para comparecer en un juicio rápido por maltratar a su pareja, de la que tenía una orden de alejamiento.
Para seguir el rastro de los terroristas fuera de España, son claves los billetes de avión que se han encontrado entre los restos de la casa de Alcanar que explotó la madrugada anterior a los atentados, así como las compras de pasajes de avión efectuadas desde el locutorio de uno de los detenidos, Salah El Karib, que el jueves quedó en libertar provisional. Los investigadores han descubierto, además, un pasaje de avión para el próximo 15 de septiembre que tenía a su nombre el imán, quien, según declaró ante el juez el terrorista que cayó herido en la explosión de Alcanar, había dicho a los jóvenes miembros de la célula que tenía la intención de inmolarse en los inminentes atentados que la red preparaba perpetrar en monumentos e iglesias de Barcelona, como la Sagrada Familia.

Polémico seguimiento
El seguimiento policial del imán ha sido objeto de polémica en los últimos días, al trascender que la policía belga consultó el año pasado a los Mossos d’Esquadra sobre el líder de la célula, después de que despertara recelos entre la comunidad musulmana en Bélgica. Además, según publicó ayer el periódico ABC, la Policía Nacional pinchó en 2005 el teléfono del imán en el marco de la operación “Chacal”, en una investigación que dirigía el juez Fernando Grande-Marlaska, aunque finalmente no acabó imputado.

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