“El morbo sobre lo que piensa un grupo está por encima de lo realmente necesario”

“El morbo sobre lo 
que piensa un grupo está por encima de lo realmente necesario”
Manel estará por tercera vez en la sala coruñesa

A Martí le gusta echar cuentas. El del Playa Club será el directo número 50 en seis meses en los que “Jo Competeixo” creció y se hizo grande. El bajista dice que la gente tiene ganas “de escucharnos” y aquí en Galicia, Coconut no deja de llamar cuando un trabajo de Manel asoma la pata: “No es peloteo barato, pero Galicia nos encanta”. Después, “la gente dice sí o no” y lo mejor de todo es que los cuatro están contentos con el disco y el momento, lejos del folk costumbrista del principio y con la electrónica como base. Eso y la puja por la canción popular, que es la base de su caldo. Los catalanes son conscientes del riesgo y aunque el giro ya lo dieron con el tercero, “Jo Competeixo” es la confirmación. Sus fans llegan a la sala el sábado de la mano de SON Estrella Galicia, secos tras dos años de parón y tres sin nuevas canciones. A las diez y media, el grupo abrirá la veda: “‘Els millors professors europeus’ fue sin quererlo folk en melodías y estructuras, ‘10 milles per veure una bona armadura’ salió más orquestado y en ‘Atletes, baixin de l’escenari’ dimos un cambio bestial para demostrar que somos una banda de cuatro tíos que se puede defender en el directo”.
El músico no sabe si la gente acostumbró el oído o “si antes no lo supimos hacer bien”, pero tiene claro que van a tope con la publicación de un trabajo y que teorías hay muchas. Lo cierto es que la novedad respira del otro lado del charco, en concreto, tiene el toque experto del productor Jake Aron, “que nos preguntó aún el otro día que para cuándo un próximo”.
Aún no hay canciones en el tintero, solo ganas de girar y el hecho de abrir su corazón a un quinto les dio muchas satisfacciones porque “estábamos encallados y nos recomendó cosas” sin renunciar a su intención primaria: “Hemos aprendido a trabajar en el sonido de las guitarras y bajos con bases electrónicas, pero intentamos ser fieles”. Reconoce, eso sí, que si se pusieran dos de sus discos juntos, “encontrarías las diferencias” como el pasatiempos del periódico.
Por eso, la necesidad de recorrerlo todo. De centrarse en lo último y de ir hasta el principio con el catalán como idioma, que es un hándicap y un atractivo a la vez: “Hay un poco de todo, a unos les da igual y otros lo que quieren es entender las canciones”. En este sentido, las letras giran en torno a pequeñas historias con alguna perla como “Temptacions de Collserola”, en la que narran la leyenda del diablo en un monte de su tierra.
Después, está el morbo de pensar si los cuatro tienen una tendencia política u otra y que Martí sitúa por encima de lo que realmente es necesario saber. Ellos son y están por la música y de nada sirve conocer su signo a la hora de meter la papeleta en la urna. En el Playa Club, actuarán por tercera vez. Dispuestos a tocar todo aquello que el cuerpo les dicte: “Tampoco interpretamos las más famosas, sino las que se adaptan al ritmo del concierto”. Y este, el del sábado, promete pop envuelto de electrónica para todos los públicos. Los de antes y los de ahora.

“El morbo sobre lo que piensa un grupo está por encima de lo realmente necesario”

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