Condenado a 21 meses por forzar a un policía a disparar al suelo en San Nicolás

Una sentencia de conformidad acaba de cerrar el procedimiento judicial abierto a raíz de una actuación policial que, en julio de 2008, acabó con dos hermanos detenidos, un agente del 092 herido y dos personas alcanzadas por las esquirlas resultantes del disparo que el policía efectuó al suelo para repeler el ataque de uno de los jóvenes que le estaban increpando.

La intervención, en el entorno de la plaza del Humor, va a costarle a uno de los veinteañeros que integraban aquella pandilla un año y nueve meses de reclusión, y una multa de 1.200 euros a su hermano, al considerarse que insultar al funcionario y resistirse a la detención por la fuerza cometieron delitos de lesiones y atentado a la autoridad. Por ellos, la acusación particular, ejercida por el Ayuntamiento, pedía penas de hasta siete años y medio para uno de ellos, por considerar como una circunstancia agravante el hecho de que actuasen en grupo.

La resolución impone también al principal acusado el pago de una indemnización de 7.700 euros en favor del policía, por los 55 días que estuvo incapacitado a consecuencia de los golpes que recibió durante el operativo. No estipula, en cambio, ninguna compensación para las dos personas heridas por las esquirlas, entre ellas uno de los acusados, dado que el agente no llegó a sentarse en el banquillo al sobreseerse la causa respecto a él durante la instrucción por entender el juez que no tuvo intención de causar daños personales.

 

Disuasorio > La resolución dictada por el juzgado de penal 5 vuelve sobre esta idea, al señalar que cuando el policía realizó el tiro intimidatorio al suelo lo hizo “con el propósito de disuadir al grupo (...) y en la confianza de que no se produciría resultado lesivo alguno”. No fue así, y uno de los hermanos que posteriormente serían arrestados por su implicación en los hechos recibió un impacto superficial en una pierna, mientras que otro fragmento acabó hiriendo en la mandíbula a una joven presente en el lugar.

Todo ocurrió, según queda reflejado en la sentencia, alrededor de las tres de la madrugada, cuando uno de los agentes municipales que vigilaba el edificio de Servicios Económicos de la Franja bajó a la calle con intención de comprar un café. Apenas había caminado unos pocos metros cuando una pandilla que procedía de la plaza del Humor comenzó a dirigir insultos contra los policías que permanecían en inmueble municipal realizando mediciones de ruido desde una ventana de la primera planta.

Los gritos llevaron a intervenir a tres funcionarios locales, que procedieron a pedir la identificación del joven que profería los insultos. Fue ahí cuando, según señala la jueza, intervino el principal encausado, que comenzó a incitar a su amigo para que se negara a entregar el DNI.

 

“Hostil” > La cosa se puso fea cuando el veinteñero empujó al suelo al agente que comprobaba los datos personales de su conocido y mantuvo una actitud “hostil”, dirigiendo contra la fuerza actuante expresiones como “maderos de mierda”, según la sentencia. Los policías le requirieron entonces el carné y lo amenazaron con proceder a su arresto, pero esa actuación se les hizo imposible al responder él de forma violenta, hasta llevar al suelo a uno de los policías.

Tal como se entiende probado, el joven estuvo arropado por varios amigos, que en ciertos momentos llegaron a rodear y atacar al agente caído y arrebatar la defensa reglamentaria a su compañero. Fue este último quien, tras perseguir a los atacantes hasta San Nicolás, disparó su arma, al verse “atemorizado y presionado anímicamente” por la pandilla, que lo desafiaba y lo amenazaba de muerte.

 

Condenado a 21 meses por forzar a un policía a disparar al suelo en San Nicolás

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