Una pole agridulce

Una pole agridulce
Lewis Hamilton estuvo a punto dde caer eliminado en la Q2 y arrasó en la Q3 superando por medio segundo a Max Verstappen | Kirill Kudryavtsev

Lewis Hamilton y pole son dos conceptos inseparables en esta accidentada temporada 2020. Ocho de diez posibles lleva este año y 96 en toda su carrera, más que ningún piloto en la historia. Pero la de ayer en Sochi es una pole agridulce.

El líder del Mundial tiene varios motivos para la inquietud. El primero es que salir primero en Sochi no otorga mucha ventaja al ‘poleman’: sólo Hamilton en 2014 y Nico Rosberg en 2016 lograron ser primeros sábado y domingo.

La larga recta inicial del trazado, prolongada por una primera curva muy suave hasta el giro de 90 grados  a la derecha de la segunda, facilita a los pilotos que salen por detrás el adelantamiento.

La segunda razón de la zozobra de Hamilton está en los neumáticos de su monoplaza: tendrá que salir con gomas  blandas, las que más se desgastan y que le obligarán a pasar antes por boxes, mientras que Max Verstappen, segundo en la parrilla tras una magnífica Q3, saldrá con medios, bastante más resistentes, lo mismo que Valtteri Bottas, tercero.

El vigente campeón partirá con esta desventaja debido a que su mejor tiempo en la Q2 fue con blando, ya que su anterior vuelta, que se invalidó por haber rebasado los límites de la pista y un accidente de un Sebastian Vettel, le obligó a salir a toda prisa en los últimos instantes con el blando para no quedarse fuera de la Q3.

Triunfo en peligro
Por ello, tanto Verstappen como Bottas afilarán los cuchillos en la salida para ganarle la posición al inglés y escaparse aprovechando ruedas más resistentes, con el objetivo de evitar el 91º triunfo de Hamilton, el del empate histórico con Michael Schumacher.

También estarán prevenidos dos pilotos que destacaron por su rapidez ayer: Sergio Pérez, cuarto y decidido a demostrarle a su equipo lo que se pierde tras haberle descartado para 2021; Daniel Ricciardo,  que arrancará quinto; e incluso Carlos Sainz, que llegó a estar entre los tres mejores en Q1 y Q2, pero perdió fuelle en Q3 y partirá desde la sexta posición de la formación de salida.

La clave estuvo en la Q2, donde la amenaza de lluvia hizo a muchos pilotos ir a por todas en el primer intento, con el madrileño sorprendiendo con el mejor tiempo. La tanda se detuvo a falta de 2:15, y Hamilton estaba fuera de los diez primeros lugares, pero logró dar una vuelta y a cabar cuarto. El que no pudo salvar los muebles Charles Leclerc. Ningún Ferrari estará hoy en el top-10 de la parrilla.

La Q3 permitió a los Mercedes poner las cosas en su sitio. Pero el Red Bull de Verstappen, desaparecido hasta casi el final, apareció de repente para colocarse en la tercera posición. No hubo más pelea por la pole. Bottas firmó una horrible última vuelta rápida, lo que le costó verse superado por el neerlandés.

Una pole agridulce

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