“Parecían cartas de amor”, reprocha su representante legal

  En el juicio celebrado en Santiago, el jurado consideró probado por mayoría de siete votos que las cartas y llamadas que recibieron los responsables de las 15 empresas en 2008 “eran objetivamente adecuadas para intimidar a la persona a la que iban dirigidas”, en especial por la referencia a la banda terrorista. Las declaraciones de siete de los extorsionados confirmando el temor que sufrieron sirvieron para dar por probada la capacidad del acusado de coaccionarlos, pese a que ninguno se avino a pagar el impuesto revolucionario requerido. Ayer, la defensa puso en duda esa capacidad, y para ejemplificarlo, llegó a decir que las misivas que recibieron las víctimas “parecían de amor”. “Aquella desesperación, con todos los respetos, le empujó a cometer unos hechos de principiante, que a ninguno de los empresarios pudo engañar”, argumentó el letrado.

“Parecían cartas de amor”, reprocha su representante legal

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