La Guardia Civil tramita cerca de 40 infracciones al cierre perimetral cada semana

La Guardia Civil tramita cerca de 40 infracciones al cierre perimetral cada semana
Un agente de la Guardia Civil da indicaciones a un conductor en el límite de los ayuntamientos de Oleiros y Sada | P. G. FRAGA

Dado que el cierre perimetral engloba a los municipios limítrofes con A Coruña (como Oleiros, Culleredo o Arteixo) la vigilancia del cumplimiento de esta media contra el coronavirus queda en manos de la Guardia Civil. Aunque en general, la ciudadanía respeta las restricciones a la movilidad, fuentes del Instituto Armado reconoce que todos los días se tramitan denuncias por incumplimientos. “El número oscila sobre los treinta”, señalan estas mismas fuentes.

Es un numero similar al que se registra en toda la provincia, donde solo durante la semana se registran unas treinta, pero las denuncias se incrementan cada viernes, debido al movimiento de fin de semana. Las autoridades tienen verdaderos problemas para ejercer un cierre efectivo del perímetro, así que realizan controles aleatorios.

Uno de ellos se realizó ayer en el límite de Oleiros con Sada, Los agentes examinaron la documentación que les presentaron los conductores para justificar su desplazamiento, y  la mayoría estaba en regla. En otros casos, fue necesario obligar al conductor a dar media vuelta.

Fiestas nocturnas

Afortunadamente, la mayor parte de los movimientos del área metropolitana se producen entre Oleiros y Arteixo. En el primer caso, por su carácter residencial, y en el segundo, por la importancia empresarial del municipio, de ahí que el perímetro se diseñara así en un principio. El día cuatro se espera que se revisa la situación pero, de momento, el cierre continúa. Ya en A Coruña, la vigilancia de la normativa anticovid la lleva a cabo la Policía Nacional y, sobre todo, la Policía Local, que se encarga de controlar el fenómeno de las fiestas nocturnas.

En este sentido, las fuentes de la Policía Local consultadas señalan que se han registrado pocas de estas fiestas domésticas, en gran parte gracias al toque de queda, que impide el desplazamiento pasadas las once de la noche. Aún así, han llegado a detectar dos o tres por semana, además de varios avisos que conciernen a pisos de estudiantes. En alguna ocasión, se ha denunciado hasta a ocho personas en el interior de uno de ellos pero, al tratarse de pisos con muchos residentes en su interior, y siendo convivientes, no hay nada que las autoridades puedan hacer.

No convivientes

Por otro lado, se respeta la prohibición de botellones, aunque resulta más difícil conseguir que se respete la de reuniones de personas no convivientes. Incluso a plena luz del día, los coruñeses tienden a juntarse en cualquier esquina o plaza para charlar. Los propios agentes de la Policía Local reconocen que es un hábito arraigado que cuesta combatir.

En algunos días, se ha llegado a multar a cuarenta personas, la mayoría por ese motivo, aunque también se incluyen otras infracciones, como el no llevar mascarillas o las violaciones del toque de queda.

La Guardia Civil tramita cerca de 40 infracciones al cierre perimetral cada semana

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