Merkel se muestra dispuesta a negociar para que el Reino Unido no deje la UE

Merkel se muestra dispuesta a negociar para que el Reino Unido no deje la UE
Cameron y Merkel, durante una cumbre en Bruselas efe

La canciller alemana, Angela Merkel, expresó ayer su deseo de que el Reino Unido continúe siendo miembro de la Unión Europea, aunque exigió de su primer ministro, David Cameron, disposición al compromiso en el debate sobre la reforma de la UE.

“Europa significa siempre que deben alcanzar compromisos aceptables”, dijo la canciller a la hora de comentar el anuncio de Cameron de que convocará un referéndum sobre la permanencia de su país en la UE si es reelegido en 2015.

Merkel esta convencida de que se puede llegar a compromisos que eviten un referéndum y sugirió negociar para alcanzar acuerdos aceptables.

La canciller subrayó que “Alemania y yo personalmente deseamos que Gran Bretaña siga siendo parte importante y miembro activo de la Unión Europea”.

Anteriormente, el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, expresó también su deseo de que el Reino Unido siga siendo “socio activo” de la Unión Europea.

“Queremos que permanezca en la Unión Europea”, dijo el jefe de la diplomacia alemana, quien subrayó, sin embargo, que no habrá condiciones especiales para que Londres se quede, como había planteado Cameron al comunicar su decisión.

“No se pueden escoger las pasas de la tarta”, dijo Westerwelle en ese sentido, para añadir que “Europa no es la suma de intereses nacionales”, sino una comunidad solidaria.

“Necesitamos más y mayor integración” en el seno de la Unión Europea, añadió el ministro germano de Exteriores, quien subrayó que el objetivo prioritario es avanzar en la reforma de la Unión Monetaria para conseguir que salga reforzada de la crisis del euro.

Cameron puso fin a meses de conjeturas al anunciar que buscará renegociar la relación del Reino Unido con la UE y que dejará en manos de los británicos la decisión final sobre si optan por permanecer o salir de la UE en una consulta que se celebrará antes de que concluya 2017.

Será un “billete de ida” y “no uno de ida y vuelta”, dijo Cameron, en un discurso muy esperado en Londres, que provocó un debate muy acalorado dentro y fuera de las fronteras británicas.

La oposición laborista acusó al primer ministro de ceder a las presiones de la poderosa ala euroescéptica del Partido Conservador, que lleva décadas pidiendo un referéndum y que en el pasado hizo tambalear el Gobierno de John Major (1990-1997) y de casi todos los sucesivos líderes “tories”.

“Está siendo empujado no por intereses nacionales, sino por su propio partido”, afirmó el líder de la oposición laborista, Ed Miliband, en una abarrotada Cámara de los Comunes.

Las críticas llegaron también del exprimer ministro laborista Tony Blair, que comparó la perspectiva de salir de la Unión Europea con amenazar con pegarse un “tiro en la cabeza” teniendo en cuenta las dificultades por las que atraviesan actualmente muchos países.

Tanto Miliband como el viceprimer ministro británico, el liberaldemócrata Nick Clegg, coincidieron en alertar de que la decisión tendrá consecuencias económicas para el Reino Unido, que este año cumple cuarenta años desde su entrada en el bloque europeo.

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