Sánchez pide para Galicia un presidente que dé la cara y "no se esconda"

Sánchez pide para Galicia un presidente que dé la cara y "no se esconda"
Pedro Sánchez

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha pedido que el próximo 5 de abril los gallegos otorguen la victoria a un presidente que dé la cara, cualidad en la que ha situado al candidato de su partido, Gonzalo Caballero, y despida por ende a otro que ejecuta "la política del PP a escondidas".

En el compostelano Multiusos Fontes do Sar, donde se ha celebrado la proclamación oficial de Caballero como aspirante a situarse al frente del Gobierno gallego, Sánchez ha invitado a todos a buscar en Internet "Feijóo esconde" y ha garantizado que se encontrarán al menos con 189.000 referencias, la mayoría de ellas alusivas a su relación con el PP.

Pero ese intento a su juicio de ocultar las siglas del PP, las cuales ha enmarcado en la "corrupción, confrontación territorial y retroceso social", es fallido; porque "la política de Feijóo es la política del PP a escondidas y la de Gonzalo Caballero es la del diálogo".

"Nosotros somos gente que da la cara", ha atestiguado Sánchez, y ha puesto como ejemplo su reciente viaje a Bruselas en defensa de los sectores primarios y de una PAC justa con España y con Galicia.

También su apoyo, que este domingo ha remarcado, a la llegada del AVE a Galicia, la cual ha prometido para el año que viene, y al Año Santo 2021, espera Sánchez que con Gonzalo Caballero investido presidente, ha apostillado.

"La ola del cambio ha llegado", ha zanjado el presidente del Gobierno, decidido a que Galicia siga la estela de un Ejecutivo estatal que "funciona a pleno rendimiento" y toma medidas en beneficio de las mayorías sociales, como la subida de diferentes prestaciones públicas o el inicio de los trámites para legalizar la eutanasia.

En definitiva, un "proyecto de país" pensado para "construir igualdad" entre todos los ciudadanos y en el que se presta atención a los problemas que atraviesa Galicia relacionados con la industria, de modo que ha comprometido la aprobación de un estatuto para los consumidores electrointensivos y la creación de programas de empleo que contribuyan a una mejor situación económica.

Frente a ello, Sánchez ha señalado que "la propuesta del presidente Feijóo" es la que comparten aquellos actores de la derecha que se han aliado "con aquellos que quieren volver a una España a la que no vamos a regresar" y que defienden el "dumping fiscal" entre Comunidades autónomas o que quieren revertir los avances en protección medioambiental.

El acto de proclamación de Gonzalo Caballero como candidato del PSdeG a la presidencia de la Xunta ha congregado a una notable audiencia en el pabellón compostelano, que, con cierto tinte eufórico, ha coreado en varias ocasiones el clásico cántico de "Presidente, presidente" y entre la que se ha dejado ver la plana mayor del partido, desde el delegado del Gobierno, Javier Losada; a los principales alcaldes y cargos institucionales.

A diferencia de la campaña autonómica de 2016, que el PSdeG afrontó con una dirección interina y con las diferencias internas exacerbadas; los socialistas gallegos han querido hoy lucir músculo de cara a una convocatoria que afrontan como una "oportunidad histórica" para recuperar la Xunta, en palabras del propio Caballero.

El candidato ha pronunciado un discurso en el que ha querido ofrecer su versión de la realidad gallega, contrapuesta a las "mentiras" de Núñez Feijóo, quien trata de hacer pasar la etapa de sus gobiernos como una "década prodigiosa" y que adelantó las elecciones tras repetir durante meses que no lo haría.

"La Galicia real, la Galicia en la que vivimos la gente de lo común es la Galicia que sabe que la década de Feijóo al frente de la Xunta fue la peor década de la etapa democrática", ha afirmado Caballero, muy crítico con los "recortes" del mandatario popular en materia de servicios públicos.

"Cuando Galicia más sufría, Feijóo cerró la Xunta a los gallegos", ha abundado, antes de reivindicar al PSdeG como "la esperanza de la Galicia del futuro" y de advertir que "aquellos que crearon los problemas no son parte de la solución".

"Quiero ser el presidente del cambio, el presidente de las soluciones, el presidente que devuelva la esperanza", ha sentenciado, poco antes de repasar su trayectoria de dos décadas como "militante de base" del PSOE, en las que por momentos fue "el más díscolo de la casa", dada sus conocidas discrepancias con las diferentes direcciones gallegas.

"Siempre con lealtad", ha apostillado, para pasar a definirse como un "instrumento" del partido en un "momento histórico" por la oportunidad de volver a la presidencia de una Comunidad autónoma que los socialistas solo han gobernado durante seis de los casi cuarenta años en democracia.

Sin embargo, hoy por hoy se vive en Galicia -según Caballero- un clima de mayoría progresista, como demostraron las varias convocatorias electorales de 2019, que dejaron "noqueado" y sin poder municipal ni provincial a un Núñez Feijóo al que ha acusado de "publicitar su imagen de forma continua con los fondos públicos de la Xunta" y con la a su juicio manipulación de los medios públicos.

"Quiere aparentar ser el más reformista y el más progre del PP como hacía Gallardón", ha declarado el candidato del PSdeG sobre su rival, pese a pertenecer y defender a un partido que "votó en contra de la ley del divorcio", de la del aborto y de la legalización del matrimonio homosexual.

"No podemos comprar el relato que nos quiere plantear el PP", ha considerado Caballero, que se ve "curtido" y con "mucho aguante" para aventurarse en esta nueva empresa y que ha dicho no estar dispuesta a aceptar "lecciones de nada" por parte de un presidente de la Xunta al que la ciudadanía ya ha hecho recular varias veces con sus medidas, muestra de una Galicia "que se yergue".

Pese a este mensaje firme, el candidato socialista ha sucumbido a la emoción del momento y ha terminado su discurso visiblemente afectado, con dificultades para contener las lágrimas mientras recibía el abrazo del presidente del Gobierno tras recordar los sacrificios hechos en su vida personal al asumir su cargo.

"Personalmente, yo vivía mejor hace dos años", ha afirmado, antes de reservar las últimas palabras de su intervención para su familia y sus hijos, uno de ellos ha contado que con diversidad funcional, a quienes les ha trasladado todo su cariño.

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