Última tabla de salvación

Última tabla de salvación
el técnico blanquiazul solo ha tenido la oportunidad de dirigir tres sesiones patricia g. fraga

El Deportivo afronta una nueva etapa —su tercera de la temporada tras los ciclos de José Luis Oltra y Domingos Paciencia— como última tabla de salvación a la que aferrarse para recuperar la confianza perdida y volver a creer en sus posibilidades de mantenerse en Primera División.

La derrota del pasado sábado en Riazor frente al Granada provocó un auténtico terremoto en el seno blanquiazul. La afición, por primera vez desde hace 25 años, apuntó directamente a la directiva, solicitando la dimisión de Augusto César Lendoiro y su consejo de administración, dirigió varios cánticos contra los jugadores portugueses y los futbolistas se vieron obligados a abandonar el estadio escoltados por la Policía.

Pero el cénit del derrumbe deportivista llegó el lunes por la mañana, cuando el técnico Domingos Paciencia, después de que ni los capitanes del equipo ni el propio Lendoiro fueran capaces de convencerle de que podía rescatar al cuadro coruñés del pozo de la clasificación, escapaba literalmente, dejando a la plantilla plantada y sin un entrenador que dirigiera la sesión de entrenamiento.

La reacción de la directiva, sin embargo, fue prácticamente inmediata y, solo unas horas después, el presidente de la escuadra herculina presentaba a un ‘perro viejo’ curtido en mil batallas —triunfador en unas y derrotado en otras—, de esos que nunca dicen que no ni arrojan la toalla antes de tiempo.

Fernando Vázquez, deportivista confeso y deseoso de dirigir al equipo blanquiazul desde hace muchos años, por fin cumplía su sueño. Aunque este se presente —en principio— como una pesadilla para cualquier entrenador, puesto que la tarea se aventura harto complicada.

 

reacción inmediata

El veterano estratega, consciente de que tiene en sus manos un juguete a punto de romperse, se ha volcado desde el primer día en recuperar la moral del vestuario, dado que varios blanquiazules, entre ellos el capitán Manuel Pablo García, admitían que el ánimo de la plantilla se encontraba por los suelos.

Tras una charla motivadora de una hora y media y tres sesiones de entrenamiento, el preparador nacido en Castrofeito confía en que sus jugadores salgan esta noche al Ramón Sánchez Pizjuán dispuestos a quemar sus últimos cartuchos para comenzar la reacción definitiva.

Los 16 puntos conseguidos en las primeras 23 jornadas de Liga obligan a los blanquiazules, según admitió el propio entrenador deportivista, a sumar al menos ocho victorias en las quince jornadas de Liga que quedan.

Y la primera debe llegar esta noche, ante un Sevilla que desde el aterrizaje de Unai Emery a la capital andaluza ha convertido su estadio en una fortaleza inexpugnable. Tres victorias —dos en el campeonato liguero frente al Granada (3-0) y el Rayo Vallecano (2-1) y una en la Copa del Rey ante el Zaragoza (4-0)— han logrado los nervionenses desde que el entrenador vasco se hizo cargo de una nave que si por algo se ha caracteriza esta temporada es por su irregularidad.

Sin ir más lejos, el ánimo de los sevillistas no será el mejor después de que el pasado fin de semana cayeran goleados en el Santiago Bernabéu (4-1). Un resultado que deja ‘tocados’ a los de Emery que, además, reciben al cuadro coruñés con numerosas ausencias.

También varias bajas importantes sufre el equipo herculino. Además, todas ellas en la retaguardia.

Manuel Pablo y Carlos Marchena, por sanción, y Aythami y Laure, por lesión, dejan muy mermada una defensa que está siendo el talón de Aquiles de los deportivistas durante toda la temporada.

Pese a las numerosas ausencias en la zaga, Fernando Vázquez ha dejado fuera de la convocatoria por decisión técnica al canterano Pablo Insua, que debutó en Liga con José Luis Oltra, quien le alineó en dos partidos, y fue convocado en alguna ocasión por Domingos Paciencia. Sin embargo, el preparador de Castrofeito parece que no ve al joven central lo suficientemente maduro como para darle la responsabilidad en un momento tan delicado para el equipo.

Las bajas de Manuel Pablo y Marchena serán cubiertas por Sílvio y Kaká. El brasileño formará pareja en el eje de la defensa con Zé Castro, mientras que en la banda izquierda, pese a las críticas que lleva recibiendo durante toda la temporada, parece que seguirá jugando Evaldo mientras que Ayoze debería continuar esperando su oportunidad de regresar al once.

La principal duda reside en el centro del campo. Álex Bergantiños y Abel Aguilar parecen tener asegurado su puesto en la medular. Sin embargo, existe la incertidumbre de si el estratega coruñés completará la terna con Assunçao o, por el contrario, ubicará en la mediapunta al canterano Juan Domínguez.

1. cambio de timonel
La llegada de Fernando Vázquez debe servir como último recurso para recuperar la confianza perdida y lograr la reacción necesaria para la salvación.

2. estrenarse a domicilio
Es la hora de que llegue la ansiada primera victoria lejos de Riazor. Los tres puntos son fundamentales para seguir creyendo.

3. la presión es el enemigo
El principal peligro de los blanquiazules es su necesidad de victoria, que puede llevarles a cometer errores. Tranquilidad.

Última tabla de salvación

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