El Coruña cierra la regular con la peor de la sensaciones

El Coruña cierra la regular con la peor de la sensaciones
Chuku, que tuvo un comienzo explosivo, y Sonseca son los únicos que se salvaron de la quema en la cancha del colista | carlos bernabé

El Basquet Coruña cerró la fase regular con su cuarta derrota seguida, la tercera contra uno de los dos últimos clasificados, y una sensación horrible, aunque mantuvo la octava plaza gracias a la derrota del Ciudad de Valladolid en Mallorca, con lo que se medirá en cuartos de final al Manresa.
Curioso arranque, con protagonismo de los dos ‘4’ titulares ayer. El más bajo, Chuku, firmando dos mates, y el más alto, Bieshaar, enroscando dos triples desde una esquina derecha abandonada por la defensa naranja. Además, Olmos no fue capaz de anotar una sola vez ante su par, Yates, 15 centímetros más bajo que el alicantino.
El intercambio de golpes quedó perfectamente reflejado en el marcador (10-10). Chuku rompió la dinámica anotando desde el arco. Y el Clavijo la destrozó elaborando a continuación un parcial de 8-0. La entrada en pista de Cooney y Abia mejoró el rendimiento atrás del equipo herculino, que con un 0-4 en los compases finales cerró el periodo una canasta por debajo (19-17).
El segundo acto comenzó bajo el signo del número 3: triples consecutivos de Cooney, Sonseca y Flis para dar al Coruña su máxima renta de todo el encuentro (19-26).
Con 3 estrenó su casillero la escuadra riojana: 2+1 de Yates. Y de la misma manera contestó Flis. El cambio de panorama coincidió con el descanso que Gustavo Aranzana dio a Sonseca. En los tres primeros minutos sin el madrileño en pista, el Clavijo registró un parcial de 9-2, pilotado por Coggins, al que colaboraron varias pérdidas del BC y varios rebotes ofensivos del rival. Un triple de Sanz fue la única anotación naranja hasta el bocinazo, que sonó con 38-36 en el electrónico tras otro parcial de 4-0.
Tras el descanso, picaresca. Un presunto problema en una canasta retrasó el arranque de la segunda mitad, que también se abrió con tres puntos, logrados desde el arco por Cabot, autor de los 8 primeros.

Sangría reboteadora
El show del alero dio paso al del Coruña. Al negativo. Su asignatura pendiente todo el curso: rebote defensivo. Los de Jenaro Díaz por fin demostraron su liderato en el ránking liguero de capturas ofensivas. Gracias a ellas fueron abriendo hueco (59-51) ante la inoperancia de los naranja a ambos lados de la cancha.
Con 59-53 comenzó el periodo definitivo. Y también con 3 puntos, anotados desde 4.60 por Gilling. Una mera anécdota, porque el Clavijo siguió abusando en el rebote y aumentando la brecha (67-58).
Aranzana intentó variar el rumbo con Olmos y Sonseca juntos y en zona 2-3. Na de na. Los locales, más necesitados que nadie, mantuvieron las ganas y el acierto hasta ridiculizar a un Coruña que tocó fondo con un pase de espaldas de Monaghan, de lado a lado de la pista, que pasó a tres metros del compañero más cercano. La imagen del descontrol, de la desidia, de la falta de tensión.
La guinda a la peor sensación posible antes de afrontar un playoffs, además con el factor cancha en contra y ante uno de los pesos pesados de la competición. Y, para más inri, al Clavijo no le valió de nada esta paliza.

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