Héctor y Lucho sirven otra ronda

Héctor y Lucho sirven otra ronda
El lateral celebró el tanto con un baile en Riazor | patricia g. fraga

Héctor Hernández y Lucho García invitaron al Deportivo a otra ronda de Copa. El gol del lateral y las intervenciones del portero, en su debut como titular, sirvieron al equipo blanquiazul para eliminar a El Ejido 2012. El árbitro condicionó la eliminatoria para los dos equipos y perjudicó, sobre todo, a los almerienses. 

El equipo coruñés necesitaba recuperar la autoestima y subir, de paso, la moral de una afición que quedó tocada por la primera derrota de la temporada ante el filial del eterno rival. Ese traspié llevó a Fernando Vázquez a cambiar el plan con el que iba a encarar la Copa. Se les cerró la puerta a los jugadores del filial y apostó solo por los de la primera plantilla. Salieron del once Abad, Uche Agbo, Nacho González, Borja Galán y Diego Rolan (además del lesionado Salva Ruiz), debutó Lucho y también entraron al once Héctor Hernández, Lara (sancionado en Liga), Gandoy, Rui Costa y Beauvue.

De inicio, el conjunto herculino formó con 4-4-2 y los almerienses pusieron el autobús con un 4-2-3-1 y las líneas muy replegadas. Un disparo de Rui Costa y una falta lateral que ejecutó Gandoy, buscó el luso y acabó en córner fueron las primeras opciones del Deportivo, que se adelantó a los 18 minutos. El equipo, con cuatro atrás y laterales, tuvo más profundidad que con carrileros. Bóveda, que venía de un pésimo encuentro, colgó el balón, en el área Lara asistió a Héctor Hernández y su disparo se coló en la portería del conjunto andaluz después de tocar en Zubiri. Resultó decisivo.

Los deportivistas se sintieron cómodo en el terreno de juego la primera media hora con Gandoy y Lara especialmente sueltos y lúcidos.  Beauvue, en cambio, estuvo desaparecido.

Cuando mejor se encontraba el equipo, como ante el Celta,  una pérdida, por un resbalón inoportuno de Gandoy habilitó la contra de El Ejido. Toni Arranz filtró un pase a la espalda de la zaga, Etxaniz se iba solo hacia Lucho y sobre la raya le desequilibró Borja Granero, que frustró el ataque pero dejó con diez al Depor. A balón parado, Sergio Pérez intentó sorprender al guardameta del Depor por su palo, pero el esférico se marchó desviado.

El Deportivo se recompuso con un 4-4-1 con Bergantiños de defensa por la derecha, Mujaid por la izquierda y Gandoy en el doble pivote con Borges. Antes del descanso, pasó momentos de agobio. Lucho García demostró reflejos y agilidad. Sacó de la escuadra con la mano derecha un disparo de Adrián Cova y después despejó otro de Sergio Pérez, que acto seguido pidió penalti por un agarrón de Bóveda, pero no había nada.

El equipo estaba en apuros, pero pudo irse al descanso con otro gol de renta. El poste lo evitó tras un disparo con rosca de Rui Costa, que ha mejorado de forma y juego.

Del paso por el vestuario volvió mal el Deportivo. Sin la ansiedad que había mostrado ante el Celta, pero demasiado pasivo. 

El protagonista del segundo periodo fue el árbitro, en este caso para bien del Deportivo, aunque para empezar le perdonó la segunda amarilla a Ferraz, no así a Javi Rosa, al que expulsó por una falta a Lara. Se igualaban las fuerzas a los 50 minutos. Al menos, en teoría. En la práctica, fue cuando más se desequilibraron. El Ejido fue muy superior.

Checa avisó a los 57 minutos con un cabezazo que se marchó alto en una jugada ensayada y, pasada la hora de partido le anularon un gol a Sergio Pérez a centro de Olavide tras una buena acción ofensiva. Tendría que haber subido al marcador porque Bóveda se había quedado clavado.

El Ejido quiso el empate. Lo rozó de nuevo con otra acción de Etxaniz que salvaron entre Lucho y Héctor Hernández y a los 63 minutos el guardameta tuvo que estirarse y sacar la mano abajo para enviar a córner. La polémica siguió en Riazor, donde Checa debió ser expulsado por una entrada dura a Borja Galán. Y tuvo más capítulos, con una mano de Bóveda en el área que no fue sancionada en el 72’, y otro gol anulado a Etxaniz por falta tras un centro de Botía en el 84’. Las protestas desde el banquillo le costaron la roja a un miembro del cuerpo técnico.

 Con El Ejido volcado en los últimos minutos el Deportivo tuvo ocasiones de sobra para sentenciar, todas de Miku, pero el venezolano las malgastó. La primera, tras un centro de Borges que controló bien en el área antes de intentar un remate de tacón que le salió mal. La segunda, en una contra que cruzó en exceso, y la última, un mano a mano que estrelló en el portero.  Acabó lesionado y desolado y pudo ser peor porque tras ese derroche de ocasiones en ataque, El Ejido tuvo la última en un córner que salió alto por poco.

El Deportivo jugará la siguiente ronda entre el 5 y el 7 de enero.

Héctor y Lucho sirven otra ronda

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