Un difícil diagnóstico

Un difícil diagnóstico
Lucas Pérez no fue capaz de ver puerta ante el conjunto olívico y se fue ‘de vacío’ una jornada más | quintana

El Deportivo vuelve a recibir a los ‘fantasmas’ de Navidades pasadas. Los blanquiazules, que firmaron su último partido en este 2017 perdiendo de forma clara ante el Celta
(0-3), están en descenso con 15 puntos y repiten preocupantes síntomas, agravados con nuevos males. Un explosivo cóctel para intentar explicar un cuadro médico que tiene en la UVI al conjunto herculino.

1 Fragilidad defensiva
Un problema del que adolecía la escuadra coruñesa el pasado curso y al que no ha puesto remedio a punto de concluir la primera vuelta.
El tercer equipo más goleado, (solo por detrás de Las Palmas, colista con 38 tantos encajados) ha visto como pasaban hasta cuatro porteros por su arco: empezó Rubén Martínez, tras su lesión le tocó el turno a Tyton, siguió Costel Pantilimon e incluso jugó el fabrilista Francis Uzoho.
Ya recuperado, el de Coristanco ha vuelto al equipo pero los goles recibidos y los despistes defensivos siguen lastrando al Deportivo.

2 Quince minutos de desconexión
El equipo blanquiazul ha tenido que empezar en demasiadas ocasiones remando a contracorriente. Ocho de los 34 goles recibidos en contra llegaron en el primer cuarto de hora de los encuentros.
El último ejemplo fue ante el Celta, aunque en el caso del derbi gallego aún no se habían cumplido los primeros cinco minutos de la contienda.
Algunos aficionados herculinos todavía no habían ocupado sus asientos y el Deportivo ya perdía 0-1 debido a un tanto de Wass. Asimismo, en 13 de los 17 partidos que llevan disputados, los deportivistas recibieron la primera diana. Solo empezó mandando en el luminoso y sumando puntos ante el Levante, con tantos de Fede Cartabia y Sidnei, aunque acabó empatando (2-2), Alavés, al que ganó por la mínima gracias a un gol de Luisinho (1-0), y al Leganés, por medio de una solitaria diana de Adrián (1-0).

3 A vueltas con el esquema
Con la llegada de Cristóbal Parralo las alas del Deportivo han crecido en protagonismo.
Con el campo más abierto, el cuerpo técnico ha optado por un 4-2-3-1 en el que se han caído de la ecuación futbolistas como Emre Çolak (aunque jugó de titular en el derbi), Fede Valverde o Florin Andone.
La idea inicial de un solo punta, con Lucas Pérez como única referencia ofensiva, no acaba de carburar. La opción de dos arietes, que se vio en la segunda parte ante el Celta, puede ser una alternativa. Las variaciones en el sistema podrían afectar a la defensa, con una línea de cinco que ya probó en su momento Lotina.

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