La plantilla del Santiago Apóstol cifra en 28 los empleos que la Xunta prevé reducir

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m. pérez > a coruña
  Los trabajadores del centro asistencial Santiago Apóstol están “indignados”. Después de que la Xunta “amortizase” 19 puestos de trabajo de la plantilla en febrero, ayer los empleados sufrieron un nuevo varapalo cuando desde el Ejecutivo autonómico les informaron de que el próximo año se suprimirán otras nueve plazas. Total, que ya saben que el curso que viene perderán a un total de 28 trabajadores, tal y como temían. Los representantes de los sindicatos se encerraron ayer en la planta baja del centro desde primera hora para denunciar su situación. Protestaban por esta medida y en realidad por casi todas las que desde la Consellería de Traballo se vienen llevando a cabo en el último año.
Se quejan, por ejemplo, de que se vaya a limitar el acceso a personas con determinados porcentajes de discapacidad –con menos de un 75%– y asumen que la pérdida de personal redundará negativamente en la calidad del servicio, que “si ya era complicado”, con los últimos recortes, va a sufrir un empeoramiento definitivo. La miembro de UGT Ángeles Liste, que estuvo entre los encerrados, explicó ayer que son sobre todo “los usuarios los perjudicados” por variaciones . Al mismo tiempo, recordaba que las reivindicaciones que ella y sus compañeros vienen haciendo públicas desde hace más de un año siguen vigentes.
Los “amortizados” serán dos pedagogos, un fisioterapeuta, ocho educadores, una trabajadora social, un jefe de internado, un ayudante de talleres y dos oficiales de cocina. En total 16 menos, que se quedan en nueve porque la Xunta prevé crear paralelamente siete plazas nuevas. La idea es que haya dos responsables más de área, dos enfermeros, dos oficiales de segunda y una nueva terapeuta ocupacional.
A pesar de que tras las últimas propuestas del ejecutivo autonómico la plantilla parecía asumir el cambio, ayer hablaban de “impotencia” ante la nueva situación. Pero sobre todo, exigen que el nuevo Santiago Apóstol dé cobertura no sólo a aquellos que sufren un 75 % de discapacidad, sino también a los que tienen niveles más leves de dependencia, porque entienden que, de hacerse como está previsto, se estaría produciendo un agravio comparativo.
Hablan de “un daño social, un daño educativo y un daño laboral”, tres situaciones con las que entienden, se está perjudicando al complejo de As Xubias desde la administración autonómica.

Garantías > Sin embargo, desde el Gobierno gallego aseguran que con estas medidas se garantiza el mantenimiento de los puestos de trabajo. Después de que la secretaria xeral de Traballo, Cristina Ortiz, se reuniese con los sindicatos ayer, la administración explicó que debido a la evolución del complejo de As Xubias, algunos de sus trabajadores serán trasladados a otros destinos para así poder adaptar el cuadro de personal.
De esta forma, sostienen que el nuevo Santiago Apóstol, que comenzará a funcionar el próximo 1 de septiembre y que contará con una residencia y un centro de día, ofrecerá 120 plazas y estará gestionado de forma pública. Explican que la reorganización permitirá que se pongan en marcha dos nuevos centros especializados, por un lado el de Educación Especial María Mariño y por otro el que atenderá a personas con discapacidad. Resaltan asimismo que gracias a la reforma se podrá prestar servicio a las personas de más de 24 años y se terminará con el límite de edad para admitir a usuarios.


La plantilla del Santiago Apóstol cifra en 28 los empleos que la Xunta prevé reducir

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