La primera votación a la que se sometió el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, tras casi once horas de debate de investidura se ha saldado, como estaba previsto, con 130 votos a favor (89 del PSOE, 40 de Ciudadanos y uno de Nueva Canarias), la abstención de Coalición Canaria y el “no” del resto del hemiciclo, un total de 219 sufragios en contra.
En concreto, rechazaron la candidatura de Sánchez el PP, Podemos y sus confluencias, Esquerra Republicana, Democracia y Libertad, PNV, Compromís, IU-Unidad Popular, Foro Asturias, Unión del Pueblo Navarro y EH Bildu. También optó por el “no” el exdiputado del PP Pedro Gómez de la Serna, ahora en el Grupo Mixto, quien no intervino en el debate.
Es decir, el aspirante socialista solo recibió el respaldo de los 40 diputados de Ciudadanos, gracias al pacto suscrito entre el partido naranja y los socialistas, y el del diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, quien concurrió a las elecciones del 20 de diciembre en coalición con el PSOE, con el compromiso de respaldar la investidura de Sánchez.
De su lado, la también nacionalista canaria, Ana Oramas, única diputada de Coalición Canaria, decidió abstenerse aunque durante su “cara a cara” con Sánchez dejó abierta la posibilidad de votar a favor.
Como marca el Reglamento, el primer diputado en votar fue elegido por sorteo, “premio” que recayó en el socialista andaluz Antonio Hurtado. A partir de ahí uno a uno se ha ido llamando a los 350 diputados para que pronunciaran el sentido de su voto (sí, no o abstención).
La votación se desarrolló con normalidad y solo hubo dos diputados que anunciaron su voto negativo en euskera al candidato socialista: el nacionalista vasco Joseba Aguirretxea y la diputada de EH Bildu Onintza Enbeitia. Como suele ser habitual en este tipo de votaciones, los últimos en votar fueron los miembros del Gobierno y de la Mesa de la Cámara Baja.
Así las cosas, se cumplió el guión previsto y, al no haber alcanzado la mayoría absoluta que necesitaba para ser investido jefe del Ejecutivo, Sánchez tendrá que someter su candidatura a una segunda votación el viernes por la noche.
La mayoría absoluta está situada en 176 votos y el aspirante socialista se ha quedado a 46 votos de esa ansiada cifra. De esta forma, Sánchez se convierte en el tercer candidato desde la Transición que no logra ser investido en la primera votación y tiene que intentarlo en la segunda ronda, como ya les pasó a Leopoldo Calvo Sotelo en 1981 y a José Luis Rodríguez Zapatero en 2008.
Pese a haber fracasado en este primer intento, la primera votación de Sánchez sirvió para que empiece a correr el plazo de dos meses que fija la Constitución para que haya nuevas elecciones si nadie logra la confianza del Congreso para instalarse en La Moncloa.
La segunda toma del debate de investidura se fijó para el viernes a las seis y media de la tarde. En ese debate, Sánchez ya no podrá hablar todo el tiempo que quiera sino que su discurso no podrá superar los diez minutos. Los grupos parlamentarios contarán por su parte con cinco minutos cada uno para fijar posición.
Después tendrá lugar la segunda votación por el mismo procedimiento que la primera. En este segundo “round” a Sánchez le bastaría con tener más votos a favor que en contra, lo que, en cualquier caso, no parece probable.
Si tras esta segunda ronda el Congreso tampoco otorgase la confianza al candidato, se podrían tramitar sucesivas propuestas de aspirantes.