¿La última fiesta?

¿La última fiesta?
Lewis Hamilton superó por tan solo 59 centésimas de segundo a Valtteri Bottas y ambos superaron por un mundo al resto | Albert Gea

Falta el trámite de la oficialidad, pero la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) ya advirtió en un escrito remitido a los equipos de su intención de cambiar la normativa referente a la configuración de los modos de motor. Su modificación entre el sábado y el domingo explica, en parte, la supremacía de Mercedes en cada sesión de calificación, y es que copar la primera línea de la parrilla es para las ‘flechas plateadas’ casi una rutina. 

En Montmeló han podido seguir contando con su ‘party mode’ (modo fiesta), así que el resultado estaba claro. Lewis Hamilton se hizo con la pole número 92 de su carrera, la quinta en Barcelona, custodiado por su compañero Valtteri Bottas. Les separaron  solo 59 milésimas; con los demás, todo un mundo. 

Las sesiones cronometradas se han convertido en una lucha cerrada entre los pilotos de Mercedes. De ahí el intervencionismo anunciado por la FIA. Considera que con la prohibición de utilizar distintos modos de motor en la ronda calificatoria y en la carrera el gran circo de la F1 ganará en emoción. Al menos los sábados, todo está pasando por Bottas y por Hamilton. 

Ojo a la recta
El inglés, seis veces campeón y actual líder del Mundial, encabezará hoy la parrilla, aunque la larga recta del circuito barcelonés le hizo celebrar la pole con ciertas reservas. Sabe que tendrá que lidiar con los ataques de Bottas antes de la primera curva y no descarta que Max Verstappen, ganador la pasada semana en Silverstone, le vuelva a poner en apuros. 

Después de cinco carreras, Hamilton manda con 30 puntos de ventaja sobre Verstappen, a quien contempla como la principal amenaza. Barcelona parece, sin embargo, un lugar propicio para que amplíe su renta: contabiliza cinco poles y cuatro triunfos. 

Por el podio de Montmeló suspira, por su parte, Sergio Pérez, cuarto ayer. ‘Checo’ igualará su mejor comienzo en un Gran Premio, ya olvidado su positivo en Covid-19 y las dos últimas semanas de confinamiento. Se perdió los dos últimos eventos. 

Los pilotos están acostumbrados a competir en España en mayo, con temperaturas más agradables. También visitan Barcelona para los test invernales, por lo que no tienen referencia alguna bajo los 30 grados que se esperan para la sexta prueba del campeonato. 

Aquí confía en cambiar su suerte el piloto ‘de casa’, Carlos Sainz. El viernes cambió el chasis de su McLaren. Ayer intervino en el motor. Sustituyó el turbo, el motor de combustión, el MGU-H y el MGU-K y puso fin a los problemas de refrigeración. 

El madrileño saldrá séptimo, por la zona limpia, dispuesto a ganarle en la salida la sexta plaza que no pudo arrebatarle a Alex Albon  durante la tanda de calificación.

¿La última fiesta?

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