Los países afectados se preparan para evitar resurgimiento de un nuevo brote

Los países afectados se preparan para evitar resurgimiento de un nuevo brote
El responsable en la Organización Mundial de la Salud (OMS) de la respuesta al ébola, Bruce Aylward, en rueda de prensa HOY en la sede de Naciones Unidas en Ginebra. EFE

La Organización Mundial de la Salud (OMS) prepara a los países afectados por la epidemia de ébola de 2015 para establecer los programas de vigilancia que les permita detectar y lidiar con un eventual nuevo brote, anunciaron fuentes de la misma.

Actualmente, hay tres cadenas de transmisión activas en África occidental, dos en Guinea y una en Sierra Leona, que la semana pasada generaron dos nuevos casos y que en esta ya han infectado a otros tres individuos.

Todos los protocolos están en marcha para atajar estos tres focos de contaminación, pero la OMS junto con la ONU, ya ha diseñado un plan, que se presentará a principios de octubre, que establece lo qué hay que hacer para evitar que la enfermedad resurja una vez no haya más casos.

Según la OMS, lo más importante es mantener una alta vigilancia para detectar cualquier nueva infección.

Si se confirma esta infección, el gobierno afectado tiene que ser capaz de enviar en menos de 48 horas a un equipo de respuesta rápida que ponga en marcha todo el procedimiento de aislamiento del paciente y de sus contactos, y les aplique test de diagnóstico.

Asimismo, se baraja la posibilidad de poder vacunar a todos los contactos de los posibles pacientes, una cifra que puede variar de una docena a un centenar en función del caso.

El problema es que la vacuna más eficaz contra el ébola, la VSV-ZEBOV, no contiene aún la licencia para comercializarse, con lo que estos programas de inmunización deberían hacerse en el marco de un estudio clínico.

Además, se tienen que seguir analizando muestras de los fallecidos, dado que cuando la persona muere es cuando el ébola es más virulento y cuando el riesgo de contagio es mayor.

De hecho, los últimos casos se han dado por esta vía.

Otro de los aspectos de esta llamada Fase III de la respuesta a la epidemia de ébola que ha asolado África occidental en el último año y medio es el del cuidado a los sobrevivientes.

Muchos de ellos sufren dolencias musculares y defectos visuales como consecuencia de haber padecido la enfermedad y, de hecho, algunos aún mantienen el virus activo en su cuerpo aunque no son contagiosos.

Se ha detectado que algunos varones tienen restos del virus en su semen, pero no se ha podido comprobar que hayan contagiado a sus compañeras durante el acto sexual, "dado que si el riesgo fuera alto hubiéramos visto muchos casos de transmisión a causa de ello", especificó en rueda de prensa Bruce Aylward, jefe de la respuesta de la OMS a la epidemia.

Consultado sobre la posibilidad de que el virus también se encuentre en la sangre de las sobrevivientes y que éstas puedan transmitirlo a través de su menstruación, Aylward dijo que hay estudios sobre el tema pero que las conclusiones aún no son claras.

En general, los países deberían mantener una "alta vigilancia" durante los primeros tres meses tras el último caso, y un control intenso durante los siguientes 24 meses.

El experto indicó que en previas epidemias de ébola, el riesgo de un resurgimiento del virus en los dos años siguientes fue de un 50 por ciento, pero dada la magnitud de ésta, el porcentaje podría ser mayor.

El primer caso de ébola surgió en Guinea Conakry en diciembre de 2013, en marzo de 2014 se supo del brote, y rápidamente se tuvo constancia de que el virus se había expandido a los países vecinos de Liberia y Sierra Leona.

En más de año y medio, la epidemia ha causado 28.147 infectados, de las cuales 11.291 han muerto.

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