11º-14º
jueves | 25 abril | 2024
Salta a la vista con solo escuchar su nombre que Los Ganglios van a impactar, y así se presentan ese sábado en la sala Filomatic, con ganas de ofrecer al público “baile, diversión y reflexión”.
El primer impacto es escuchar su nombre, para el cual la explicación también es peculiar. “Era sugerente y el dominio (web) estaba libre”, explican.
Lo que se puede esperar el público coruñés de Los Ganglios es “un espectáculo techno y punk trufado de baladas y cumbia. Llevamos proyecciones de powerpoint, guitarras eléctricas y sintetizadores analógicos”, comentan.
Ellos mismos dicen que sus canciones mezclan cumbia, punk y techno, permitiéndose ponerse más “románticos” a la hora de crear los temas de sus discos.
Tienen muy reciente el estreno de su último LP, “Leyenda negra”, y explican, sobre su manera de componer, que “nos gustan las canciones cortas, sin punteos ni extensiones innecesarias, una vez hemos dicho lo que queríamos decir hacemos chim pón y se acaba la canción”.
Intentando indagar un poco más sobre su estilo, ellos mismos lo definen como “PORC”, un término inventado “para facilitarnos la respuesta a la pregunta: “¿Qué estilo de musica hacéis?”. PORC es en definitiva cualquier cosa que hagamos nosotros, y es un género tan flexible como nosotros queramos”.
Escuchándolos se pueden notar ciertos tintes que evocan los años 80 y la Movida, aunque no estén obsesionados con esa época, “ni mucho menos”. Aunque, al mismo tiempo, evocan la tecnología y el lenguaje de redes actual, “siempre nos ha gustado el rollo de los ciborgs y las pantallas de fósforo verde pasando letras a mansalva “tipo Matrix”, explican.
Origen y formación
“Empezamos a ser Los Ganglios unas vacaciones del verano extremeño (hace diez años) con la intención de hacer un concierto antes de septiembre y lo conseguimos, con un repertorio propio, eso sí, duraba apenas 25 minutos”, explican sobre su origen.
La formación actualmente está formada por Xoxé Tétano y Rafael Filete, por la teclista Silvestre. Los tres con un amor característico por lo que hacen y un gusto por “autobautizarnos con nombres extravagantes”.
