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sábado | 20 abril | 2024
Un terremoto de magnitud 6,4 sacudió en la madrugada de ayer la región central de Italia, especialmente las regiones de Lazio y Umbria, y causó al menos 120 muertos y 368 heridos, muchos de los cuales están graves, y las tareas de retirada de escombros aún no habían concluido al cierre de esta edición, por lo que no se descartaba que aflorasen nuevos cadáveres.
El Ejército y los equipos de emergencia se pusieron a trabajar de inmediato. Siendo de madrugada, la gente estaba en sus casas, las localidades afectadas perdieron la luz y la noche complicó seriamente las tareas de rescate de víctimas.
Según el director de Protección Civil, Fabrizio Curcio, el terremoto de ayer es “comparable” con el que se registró el 6 de abril de 2009 en L’Aquila, con una magnitud también de 6,3 grados y que dejó más de 300 muertos. En aquella ocasión los servicios de rescate y la descoordinación que siguió al seísmo facilitó que la ayuda tardara en llegar demasiado para quienes permanecían heridos o atrapados bajo los escombros.
En esta ocasión, y a pesar de la hora del suceso, el Ejército y los servicios de emergencias, bomberos, Cruz Roja o autoridades locales se movilizaron rápidamente desde el primer momento. El terremoto se sintió incluso en la ciudad de Roma, que tembló durante 20 largos segundos. El epicentro del terremoto se habría localizado en los alrededores de la localidad de Perugia, capital de la región de Umbria y en la región de Lazio.
El seísmo estremeció las localidades de Amatrice y Accumoli. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) detalló que el hipocentro se localizó a 4 y 8 kilómetros de profundidad. El alcalde de Amatrice, Sergio Pirozzi, habló de una situación dramática en su localidad. “Se han venido abajo edificios enteros, las casas del centro, tres cuartas partes de la localidad están destruidas”, explicó.
“Esto es un verdadero drama, estoy en medio de un pueblo que ya no existe”, lamentó.
Más de 160 réplicas se produjeron hasta la primera hora de la tarde de ayer en el centro de Italia. Según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) de Italia, de estas réplicas, un total de 60 superaron la magnitud 3; cinco estuvieron en magnitudes comprendidas entre 4 y 5, y dos de ellas incluso tuvieron magnitudes superiores a 5.
El terremoto provocó un elevado nivel de destrucción en un radio de 160 kilómetros, ya que se produjo en una zona de fallas y de gran actividad tectónica, fruto del choque entre las placas Euroasiática y Africana, según explicaron los geólogos.
Chile, con un terremoto de magnitud 9,5, que se produjo en Valdivia el 22 de mayo de 1960, sigue ostentando el título de haber soportado el peor seísmo en el siglo XX y a lo largo de la historia desde que hay registros, según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos, aunque Italia ha registrado el peor de Europa en el pasado siglo, con un temblor de 7,1 en el Estrecho de Messina en 1908.
De este modo, los peores terremotos de ese siglo se registraron en Alaska (Estados Unidos) el 28 de marzo de 1964, que tuvo un seísmo de magnitud 9,2. A este le sigue el terremoto en la costa oeste de Sumatra, de magnitud 9,1 el 26 de diciembre de 2004 en la costa oeste y que provocó el gran tsunami que afectó a 14 países del sur de Asia y al este de África, en el que perecieron o desaparecieron 227.898 personas y 1,7 millones de personas fueron desplazadas.
A continuación se sitúa el terremoto, que también provocó un devastador tsunami, cerca de la costa este de Japón el 11 de marzo de 2011.
