“Exposyfy” descubre que las mentiras del cine fantástico son auténticas verdades

El Ideal Gallego-2011-07-29-014-722e608f marta garcía márquez > a coruña
  La Fundación Novacaixagalicia guarda en un cajón gigante parte de los objetos que definen una época, de cuando un señor llamado George Lucas decidió que el cine no tenía una duración determinada. Era más que un acto y se podía adornar de merchandising. En eso mismo también pensó Steven Spielberg, que hizo salir a los espectadores de la sala con un dedo apuntando al cielo y convirtió la séptima de las artes en un mercado abierto a todos los públicos. Vendió sueños.
Del fetichismo que generó todo esto, sabe mucho Maite Mínguez, que quedó engatusada con las primeras películas de cine fantástico y no paró hasta hacerse con las piezas más emblemáticas. Ella cuenta que todo comenzó con un álbum de cromos.
La sede de Los Cantones es hoy un escaparate, donde el espectador puede ver en vitrinas parte de los objetos que le hicieron fantasear. Maite Mínguez explica que la colección tiene mucho de sentimental cuando la industria cinematográfica está perdiendo la magia y ya no recrea sus escenarios con las manos. Los reproduce por ordenador.
Es por eso que la muestra “Exposyfy. Viaje fantástico” pretende rescatar la esencia, que se introduce en una botella de tequila, la que se tomaron Clooney y Tarantino en su huida a México en “Abierto hasta el amanecer”. Se enciende con la antorcha de metal del primero de los monstruos que acarició la gran pantalla, King Kong, y se va hasta lugares sin explorar. En la exposición se puede ver la máscara utilizada en “El planeta de los simios”, que hace pareja con el gremlin malo, que aparece en escena y que, en realidad, no sobrepasa los veinte centímetros. Ni tan siquiera asusta.
En el mismo ring, están la mano articulada de Eduardo Manostijeras y el sombrero amarillo que portaba Warren Beaty para ser Dick Tracy en los años noventa. El canal Syfy Universal organiza, en colaboración con R, la exposición como una forma de hacer ver que los límites de la ciencia ficción son muy amplios y abarcan también el género de la ficción.
El director de NBC Universal, Daniel Pérez, señalaba que tanto la cadena como el conjunto de piezas está dirigido a los que se comieron petit suises viendo “La Guerra de las Galaxias” y los que se asomaron al mundo dando por supuesto que la fantasía venía desde el principio incorporada al rollo de película.

Origen > Ellos pueden comprobar el origen de toda la maquinaria en un trozo de cristal de kriptonita utilizada en “Superman” o en la maqueta de la “Estrella de la Muerte”. Uno de los largometrajes que marcó un antes y un después, “Blade Runner”, aporta una pistola. “Conan el Bárbaro” es espada y la mente vuelve sin querer al rostro cuadriculado de Schwarzeneger para visualizarlo con un ojo salido del sitio en “Terminator”. Grandes momentos como grandes inventos, los que maquinaba un adolescente de nombre Marty McFly para teletransportarse en el tiempo. Un murciélago llamado Batman sobrevuela la sala, gracias a la genialidad de un Tim Burton que se ha ganado un hueco a pulso. Para Maite Minguez, sus películas son las mejores y por eso, el cineasta está representado por una de esas máscaras de “Mars Attack” con el cerebro al descubierto, que contrasta con la sobriedad de “Scream”.
El montaje arranca en los años 30 y llega hasta títulos del cine contemporáneo como “Parque Jurásico” o “Entrevista con el Vampiro”.
Además de los objetos, la historia se completa con fotografías, la mayoría firmadas por sus protagonistas, en una iniciativa que hace que la fundación vuelve a respirar entre polvitos de estrellas.

“Exposyfy” descubre que las mentiras del cine fantástico son auténticas verdades

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