“Almudena Grandes tiene esa capacidad de convertir lo universal en algo sencillo”

En el atlas de las cuatro cabe lo político, lo social y lo personal. Rebozado todo de cambio.

¿Cómo han sido capaces de sintetizar una novela tan extensa?
Pues ha sido un trabajo magnífico porque se cuenta el libro en su totalidad en una hora y 20 minutos, con una especie de traslación al momento actual porque la historia está centrada en los años 80.

¿Cómo se presentan las cuatro en escena?
Nos movemos por caminos paralelos con el único nexo en común que las cuatro trabajamos en la misma editorial. A partir de este encuentro, se genera un vínculo y en la segunda parte hay una celebración donde vamos contando nuestra historia. Lo esencial es la necesidad de cambio.

Ocurre que muchos llegan a un punto en que necesitan cambiar y no lo hacen...
Totalmente, ya sea por edad, por circunstancias personales o profesionales, por cuestiones de pareja o por la propia existencia. No es excluyente ni le pasa solo a las mujeres. Va más allá.

¿Cómo se llevan entre ustedes?
Fenomenal. La obra la retomamos ahora después del parón vacacional y Galicia se presenta siempre como una parada muy agradable. Es un camino construido con pequeñas cosas que aportamos entre todas. En este sentido, es muy coral. Nos necesitamos unas de otras para que coja sentido.

¿Cabe el humor en su reflexión humana?
Tiene mucho sentido del humor. Es un teatro normalizado, pero lo que más engancha es que en algún momento el público siente que le ha pasado algo parecido a lo que se está contando. Y es que Grandes tiene esa capacidad de convertir lo universal en algo sencillo.
¿Le ha gustado la versión a la propia Almudena Grandes?
Desde el primer momento nos ha echado una mano en lo que ha podido. Ha sido muy partícipe. Es una más. Solo le falta salir al escenario.

Cuenta la propia autora que el libro responde a un momento en los 80 donde las mujeres se liberaron de ataduras, pero que quedó en el humo de unos cohetes. ¿Pasará lo mismo con los movimientos sociales?
Espero que no. Almudena habla de que a las mujeres en los 80 les tocó romper el molde que les decía cómo tenían que vivir y por las circunstancias de la época, se iban a comer el mundo pero no lo hicieron. Hay cierta similitud con el momento actual de cambio, que no sabemos hacia dónde vamos pero sí que tiene que cambiar. Tiene que ver con el espíritu común y la adaptación a nuestro propio cambio. De ahí que salga en la función el 15-M. Está lo político, lo social y después, lo personal. Todos sabemos que Grandes tiene una ideología clarísima, pero eso no quiere decir que la gente que no convive con ella no entre al teatro y que el público más conservador lo vea bien. n