R. Bisquerra | “Conocernos a nosotros mismos es saber lo que nos pasa por dentro”

R. Bisquerra | “Conocernos a nosotros mismos es saber lo que nos pasa por dentro”
Rafael Bisquerra, en la Fundación María José Jove | candela prieto

Decía Silvia Abascal en su libro “Todo un viaje” que curar es un proceso cerrado mientras sanar uno abierto porque se han alterado los adentros y es necesario volver a ponerlos en orden. Se trata de una frase que refleja a la perfección un proceso de educación emocional.
Emoción es la palabra que más a menudo y con mayor vehemencia repite Rafael Bisquerra, catedrático de orientación psicopedagógica y director de dos postgrados –el de educación social y bienestar así como el de inteligencia emocional– en la Universidad de Barcelona.

Bisquerra habla con la serenidad de aquellos que parecen saber algo tan evidente como imposible de ver para el resto de los mortales. Su calma como la de las aguas esconde una gran profundidad y contundencia. No en vano lleva 25 años de su vida dedicado a la investigación y defensa activa de la educación emocional.

Lo que le ha traído ha A Coruña es hablar de “emociones con Denominación de Origen”, todo ello en el marco de el Ciclo de Expertos, evento organizado por la Fundación María José Jove para conmemorar su 15 aniversario. Para el catedrático si el concepto de Denominación de Origen “se crea con la intención de proteger la calidad de ciertos productos de una región, aplicado a las emociones el concepto nos lleva a ver cómo se estructuran, cuáles son las funciones y que productos hay en cada una de estas regiones.

Para ello una de las cuestiones fundamentales es el lenguaje, factor que determina el alcance de nuestros conocimientos. “Cuando una persona dice que no sabe qué le pasa, lo que sucede es un fenómeno emocional que le resulta difícil identificar o conocer, no tiene palabras para expresarlo, por tanto, es la ausencia de concepto lo que imposibilita el conocimiento. El dominio del vocabulario emocional es un requisito para conocer nuestra emociones y saber gestionarlas de la forma adecuada”.

Bisquerra se muestra “convencidísimo de que los medios de comunicación pueden jugar un papel muy importante en el desarrollo de las competencias emocionales. Se debe educar la credulidad de la sociedad para poder evitar fenómenos como el de la posverdad”.


El sistema educativo necesita prepararse para comenzar a enseñar de forma que se tengan en cuenta las emociones porque como reconoce Bisquerra, “en el siglo XX la educación ha sido casi exclusivamente cognitiva. En el siglo XXI tenemos grandes retos que son eminentemente emocionales”. Para enfrentarlos la educación debe pasar primero por un proceso de sensibilización para, a continuación, formar a niños y adolescentes.

España ocupa hoy el tercer lugar mundial, tras EEUU y Reino Unido, en cuanto a producción de publicaciones, “la puesta en práctica es otra cuestión”.

R. Bisquerra | “Conocernos a nosotros mismos es saber lo que nos pasa por dentro”

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