El comercio gallego denuncia que las últimas medidas dejan una “situación crítica”

El comercio gallego denuncia que las últimas medidas dejan una “situación crítica”

Las restricciones de movimiento y el confinamiento de la población contra la propagación de la pandemia de Covid-19 ha dejado al comercio gallego en “situación crítica”, de manera que muchos negocios no podrán sobrevivir, según el presidente de la Federación Gallega de Comercio, José María Seijas.

“Llevamos mucho tiempo con unas ventas muy retraídas”, afirmó Seijas, y advirtió de que ahora, “después de tres meses con los comercios cerrados y una falsa subida, cuando reabrimos las puertas” tras el periodo de confinamiento, resultó una reapertura “falsa, porque luego volvieron a bajar”.

En estas circunstancias y con nueva restricciones, “el consumidor se retrae y las ventas son mínimas” en el sector del comercio, indicó, por lo que muchos empresarios apenas obtienen suficientes ingresos para compensar sus gastos.

Abocados al cierre
Además, enfatizó que hay muchos trabajadores en situación de suspensión temporal de contrato o ERTE y “el problema será cuando tengan que incorporarse de nuevo todos a trabajar”, ya que “posiblemente, un buen número de comercios tenga que cerrar”.

En cuanto a las perspectivas para la campaña de las festividades navideñas, que es la “mejor época del año”, observó que “ya no es lo que era” tras la irrupción del comercio digital y de campañas de promoción como el “Black Friday”, que dinamitan la estacionalidad de las compras.

Las nuevas restricciones de la Xunta decretan que en los comercios al por menor el aforo se fijará en el 50%, con un servicio de atención preferente a los mayores de 75 años, que también deberán prestar los centros comerciales. Allí, no se permitirá la permanencia de clientes en las zonas comunes, excepto para el tránsito, salvo en la actividad de hostelería. 

En estas zonas la capacidad queda limitada al 33% y queda prohibida la utilización de zonas recreativas como pueden las infantiles o áreas de descanso.

El comercio gallego denuncia que las últimas medidas dejan una “situación crítica”

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