Los acusados de asesinar a un joven en Pontedeume alegan un "miedo terrible"

Los acusados de asesinar a un joven en Pontedeume alegan un "miedo terrible"
13 julio 2011 página 31 pontedeume.- el adolescente apuñalado en pontedeume llevaba las llaves de la casa en la que entró

Los acusados del supuesto asesinato de un joven de 17 años en la localidad coruñesa de Pontedeume el 10 de julio de 2011 alegan que aquella noche sufrieron un "miedo terrible" cuando descubrieron al intruso dentro de su hogar.
Fernando S.G. fue hallado en torno a las 02.30 horas de la madrugada en el interior de un domicilio en Pontedeume, donde el procesado J.A.F.C., entonces de 66 años, y su esposa también procesada M.C.F.G, de 65, acabaron presuntamente con su vida.
Ambos son juzgados desde hoy en la sala primera de la Audiencia Provincial de A Coruña por un presunto delito de asesinato, pues la mujer facilitó un cuchillo a su marido que este clavó al joven, que falleció desangrado.
El procesado ha hablado en su declaración de un "miedo terrible" y de haber temido por su vida y por la de su esposa, mientras que esta ha dejado claro que tuvo miedo por la vida de su marido y que lamenta lo que sucedió, aunque no lo buscó ni sabe qué hacía la víctima en el interior de su casa, ha sostenido.
La Fiscalía ha relatado los hechos ante casi un centenar de personas entre el público, el tribunal, otros cuatro abogados -tres de acusaciones particulares y uno de la defensa- y los miembros del jurado, que serán los encargados del veredicto en este caso.
Según su relato, la víctima entró aquella noche en un hogar sin motivo aparente o conocido, allí la mujer alertó a su marido de que había intrusos y le dio un cuchillo con una hoja de veintisiete centímetros de largo, tras lo que el procesado intentó repeler al joven con movimientos a través del marco de una puerta.
El joven fue alcanzado y herido, si bien escapó por una ventana y cruzó la calle, pero murió poco después tras un muro cercano.
Las acusaciones piden una condena por asesinato con alevosía para ambos, al marido como autor y a la mujer como autora por cooperación necesaria, penado con hasta veinte años de cárcel y una indemnización de hasta 270.000 euros más costas, en el peor de los supuestos, aunque dejan abierta la opción del homicidio con entre diez y doce años de prisión.
Tanto la Fiscalía como la defensa solicitan la libre absolución y la motivan en dos eximentes, legítima defensa y miedo insuperable, pues argumentan también que fue la víctima quien primero se abalanzó sobre el procesado, al que agarró por el cuello según él mismo indica, aunque el Ministerio público deja claro que los considera culpables de un delito de homicidio.
Los padres y las tres hermanas de la víctima hacen hincapié en que esta estaba desprovista de cualquier elemento que pudiera suponer un riesgo inminente y que era una persona "integrada, magnífica estudiante y atlética".
La defensa ha insistido en que la mujer dio la voz de alarma según ella diciendo "mira, que voy a coger un cuchillo" en dos ocasiones para ver si ahuyentaba al intruso, pero fue él quien continuó y quien al saltar por la ventana "como un lince" -en palabras de la procesada- dijo: "Esto me lo vais a pagar".
Ambos procesados coinciden en que fue la esposa la que primero escuchó los ruidos y empezó a gritar "Jose, Jose, que hay gente en casa" en tres ocasiones hasta que su marido, con apnea del sueño y que requiere de una máquina para dormir, se despertó y por su hipermetropía en grado medio no vio, pues no llevaba las gafas, más que una sombra que se le abalanzó y lo agarró por el cuello, ante lo que él se defendió.
"Cogí el cuchillo con la mano derecha y el chico se metió detrás de la puerta. Sentí un miedo terrible. Hacía movimientos con el cuchillo arriba y abajo para que se separara y me dejara tranquilo, temía por mi vida y la de mi mujer", ha asegurado.
Su pareja está seguro de que el joven "nunca dijo nada, ninguna palabra" con la excepción de la supuesta amenaza final y juró "ante Dios" que no quiso encubrir pruebas cuando limpió la sangre que había quedado en su casa.
El entorno de la familia piensa que acorralaron a un joven indefenso en una habitación y lo asesinaron, aunque la defensa sostiene que no podían saber cuánta gente había ni con qué intenciones y que si quisieran encubrir algo, se habrían limitado a no decir nada, pues el fallecimiento se produjo en otro lugar ajeno al domicilio.
Amigos de Fernando y su familia entregaron un comunicado en uno de los recesos en el que hablan de un "juicio paralelo por parte del entorno de los acusados, aparentemente tratando de coaccionar al jurado popular" y desean que "la voz de la justicia sea la única que sea escuchada en este caso".

Los acusados de asesinar a un joven en Pontedeume alegan un "miedo terrible"

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