El Chuac extrae un hígado de un donante en parada cardiaca mediante oxigenación extracorpórea

El Chuac extrae un hígado de un donante en parada cardiaca mediante oxigenación extracorpórea
Los doctores Mosteiro, Fernández y Gómez junto al enfermero Alejandro Montero hablaron ayer del trasplante | PEDRO PUIG

Parte del éxito se debe, según Antón Fernández, a la elasticidad de un equipo que viajó la semana pasada a Mallorca para inscribir al Chuac como primero de una lista, la de trasplantes en asistolia con ECMO dentro de otra comunidad. Y es que el director de procesos asistenciales contó ayer en As Xubias que por aquí está el futuro en este tipo de operaciones. Unos hospitales estarán capacitados para realizarlas y otros, se beneficiarán del intercambio de órganos.
Este sistema portátil (ECMO) se incorpora al donante pasados cinco minutos de su muerte cerebral para que como una especie de máquina corazón-pulmón resucite sus vísceras, en este caso, el hígado, que voló con destino A Coruña, soportando con cinco profesionales las vicisitudes de un viaje tormentoso, que ahora recuerdan como una anécdota más. Sin embargo, comentó el enfermero Alejandro Montero, vuelos así “hacen que valores más la pericia del piloto” que se enfrentó a una noche donde se contabilizaron 15.000 rayos. El órgano llegó a tiempo y cuentan los profesionales que entró a quirófano a las cinco de la mañana y a las ocho, el paciente receptor de unos 45 años, ya estaba en la UCI. Hoy se recupera en planta en buenas condiciones, según los médicos, por lo que la experiencia les sirve para confirmar que sí se puede.
Antes, tuvieron cinco operaciones dentro de Galicia: dos en Ourense, dos en Lugo y una en Vigo. Todos recibieron el hígado según lo previsto, y a día de hoy suman enteros a un total de 151 trasplantes realizados en 2018, que les hará estar de nuevo entre los de mayor actividad.
El responsable de la oficina de coordinación, Fernando Mosteiro, apuntó que 40 fueron hepáticos, de los que 22 procedieron de donantes en asistolia y 18, de muerte encefálica; trece cardíacos, 69 renales, 18 pulmonares y uno pancreático.
El método pionero no se trasladó hasta ahora más allá de las competencias autonómicas de Galicia, Madrid y Andalucía. Contó Manuel Gómez, responsable del programa de trasplante hepático, que solo en Estados Unidos se hizo algo parecido y recogieron órganos abdominales en otras áreas. Según Fernández, “isto vai ser o futuro” porque la bomba que centrifuga el oxígeno deja las vísceras en las mejores condiciones posibles, al borrarle el sufrimiento previo antes del fallecimiento. En este aspecto, se puede practicar en pacientes como el mallorquín, de 56 años, y con una lesión cerebral muy severa. Al sistema ECMO se le dio luz verde tras la aprobación de un real decreto por el que se permite desconectar a este tipo de enfermos, que necesitan una máquina para seguir con vida y se les programa la muerte. Señaló el doctor Mosteiro que no suele haber negativas por parte de sus familiares porque el proceso hospitalario de continuar enchufado a un soporte es duro, “y piensan que haciendo esto van a ayudar a la sociedad y su ser querido fallecerá de una manera confortable y con analgésicos”. Una operación así implica la puesta en escena de cirujanos, enfermeros y perfusionistas, algo que se consigue según Rodríguez, por el carácter permeable del Chuac.
Su compañero, el doctor Gómez, relató cómo hace años, en 2011, las expectativas de conseguir más donantes eran pobres y las listas de espera, largas implantando órganos con enfermedades previas y añosos, pero que la nueva ley dejó entrar esta tipología. En el hospital, son ya más de la mitad las operaciones que se efectúan en asistolia y esto redujo la incertidumbre hasta el punto de que a veces, dice Gómez, entran a recibir al nuevo inquilino a la semana: “Más rápido que una operación de vesícula”. l

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