Las asociaciones de vecinos juzgan de forma desigual su labor como alcalde

El Ideal Gallego-2011-05-25-007-22a40007

  p. g. l. > a coruña

  El botellón, el desmantelamiento de Penamoa o la gestión de las obras de reforma de las calles de General Sanjurjo, Orillamar o Pablo Picasso fueron algunos de los temas con los que tuvo que lidiar directamente con los vecinos el alcalde en funciones, Javier Losada. Tras la derrota del domingo en las urnas y el anuncio de su renuncia a la acta de concejal, las asociaciones se dividen entre los que le dan un notable alto a su gestión de los problemas de los barrios, y los que creen que, pese a sus buenas intenciones iniciales, se perdió en el camino.
“La nota que le pongo como alcalde es muy alta; siempre se ha comportado estupendamente con nosotros”, cuenta la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Luisa Varela. Asegura que Losada siempre “ha respondido a la llamada de la federación”, y que en todo momento “mantuvo las puertas abiertas” a los vecinos. “Pese a que no siempre estuvimos de acuerdo en las opiniones, siempre aceptó las críticas y nunca tuvimos problema con él”, insiste Varela, que confiesa que, personalmente, le entristece que se vaya: “Su función en el Ayuntamiento ha sido excelente. Me da mucha pena que se marche”.
La presidenta de la federación vecinal considera que los resultados del domingo “no fueron buenos para el PSOE, y son un reflejo del país, donde hubo mucho voto de castigo”. Cree que Losada es una persona “muy cabal y sensata”, por lo que respeta la decisión del socialista de abandonar la política local.

La persona> “Es una bellísima persona. Siempre me he llevado muy bien con él y le tengo un gran aprecio”, apunta el presidente de Matogrande, David Alba. Piensa que, aunque ha sido “un golpe fuerte” para Losada, como político debe saber que su cargo es temporal, “y asumirlo con deportividad”. Eso sí, cree que podría seguir ahí, “porque es un hombre muy válido, con una gran experiencia, que podría ofrecerle mucho a su partido”.
Como Alba, el presidente de la agrupación vecinal de Cuatro Caminos, Juan Manuel Iglesias, sostiene que durante los años que Losada ejerció como alcalde en la asociación no tuvieron “queja”. “Las relaciones han sido excelentes, nos dejó opinar, siempre que lo llamamos vino al barrio y nos permitió participar. Nunca nos puso ninguna pega”, relata Iglesias. “Siento que se vaya, fue más un voto de castigo que contra él”, asegura el portavoz de Cuatro Caminos, que califica con un notable alto su gestión del barrio y, al igual que Alba, le desea lo mejor en su nueva etapa.
La representante de los vecinos de O Ventorrillo, Rosa Barreiro, se queda con su trabajo en el poblado chabolista. “Realmente fue él la persona que quitó el problema de Penamoa”, afirma la portavoz vecinal, que considera que “es una pena que como alcalde no vea el derribo de las seis últimas chabolas de Penamoa”. Como un “hombre cercano” lo recuerda el presidente de la asociación de vecinos de Feáns, Ramón Cernadas, que insiste en que “con el pueblo tuvo una buena relación”.

Asuntos pendientes > “Ha tenido aciertos y ha tenido errores”, sostiene la portavoz de la agrupación vecinal de Os Mallos, Aída Antón. Cree que en su gestión del barrio hubo “momentos de luces” como, por ejemplo, Vioño, y otros “de sombra”, como el Agra dos Mallos o la plaza de Padre Rubinos, pendiente de reforma. Define su decisión de abandonar “como un gesto que le honra”, y le desea “que le vaya lo mejor posible a partir de ahora”.
“De lo que se le pidió no hizo nada”, cuenta la presidenta de la asociación de vecinos de la Ciudad Vieja, Rosa Quiroga, que reconoce que el trato con el Losada “no ha sido cordial”. “No estamos nada contentos con su gestión”, asegura Quiroga, que ve en su abandono “una consecuencia de las circunstancias”.
El representante de los residentes en El Ensanche, Gerardo Crespo, distingue dos etapas en sus años de mandato: “Su inicio fue más dialogante, con una visión de implicar a todos los colectivos, para después ir alejándose de la realidad e incumplir muchos de sus compromisos”. Para Crespo, Losada “cometió una torpeza y perdió el Norte” en su actuación durante la denuncia de los vecinos sobre los “after-hours” de la zona. “Debería haber esperado a la toma de posesión para dimitir”, sostiene el portavoz del Ensanche.


 

Las asociaciones de vecinos juzgan de forma desigual su labor como alcalde

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