El deportivismo es un clamor

El deportivismo es un clamor
La actuación de Mateu Lahoz ha sido la gota que colmó el vaso de la paciencia del deportivismo con los arbitrajes esta temporada quintana

 

Todos los estamentos del club se han unido para protestar contra la mano negra arbitral. Las actuaciones de los colegiados han costado puntos al Deportivo y han impedido al club estar en una situación más cómoda en la clasificación, aunque esos errores arbitrales no impiden ver el bosque: el equipo no ha estado a la altura de las circunstancias en el primer tramo de la Liga o al menos, no ha tenido la continuidad suficiente en el juego y ha dejado escapar resultados que eran favorables.
Los árbitros han agravado la situación del equipo y no solo han fallado en partidos en que sus decisiones costaron puntos, sino también en otros ganados, como el del Eibar, en el que podían haber perjudicado al Depor (penalti no pitado a Juanfran en los primeros instantes). Ese fue el primero de numerosos fallos en contra del Depor.
El enfado con los arbitrajes ha ido a más con el paso de las jornadas y la concatenación de errores en las más recientes. Hubo decisiones protestadas, que están sujetas a interpretación, pero muchas otras no tienen discusión, como la del gol anulado a Florin Andone en la tercera jornada de Liga, ante el Athletic de Bilbao (0-1), el que anotó Babel ante el Granada y que tampoco subió al marcador (1-1), o el penalti no pitado por empujón al delantero rumano ante el Sevilla, un partido en el que además se le perdonó la roja a Vietto.
Pero además, al deportivismo le ha hecho daño la diferencia de criterio empleada por un mismo colegiado. En el Camp Nou no expulsan a Luis Suárez por agresión, pero sí a Laure por bastante menos que lo del uruguayo. O frente al Atlético, cuando Fayçal vio la roja por doble amarilla pero hubo otras acciones igual o más contundentes que no fueron castigadas con tarjeta.
En definitiva, de las doce jornadas de este curso, en nueve ha habido situaciones polémicas en las que el Deportivo nunca se vio favorecido, sino todo lo contrario, por los árbitros.
Gaizka Garitano empezó con las quejas antes del partido ante el Granada. “Yo no he hablado de los árbitros, pero colegas míos generan ese tipo de presiones que nosotros no hacemos. Igual somos tontos. Yo no me suelo quejar, quejaos un poquito vosotros a ver si entre todos hacemos algo”, dijo horas antes de que al Deportivo le anularan un gol por un inexistente fuera de juego de Babel en un partido que iba 0-1 y en el que el segundo tanto habría acabado con el Granada, que logró empatar.
Ese choque encendió al míster. “Soy un entrenador que nunca habla de los árbitros pero ya nos toman por tontos. Ha volado más de un punto por decisiones arbitrales. Hoy un día más. Con el 0-2 el partido estaba cerrado, nos hacen un gol y otra vez el Deportivo sale perjudicado. A los equipos que estamos abajo estas decisiones nos matan”, señaló en la sala de prensa del Nuevo Los Cármenes.
Luisinho también fue contundente. El árbitro del partido de Granada ya había tenido un polémico arbitraje dos jornadas antes, en el Valencia-Barcelona. Preguntado sobre si Undiano Mallenco debería ser sancionado, Luisinho afirmó: “Cuando las imágenes están ahí, los árbitros tienen que ser sancionados como somos los jugadores”, si bien descartó que el colegiado navarro tuviera “mala intención”.
Las aguas se calmaron en el parón del campeonato, los jugadores empezaron a obviar los arbitrajes en sus declaraciones. Ni siquiera la actuación de Mateu Lahoz fue criticada por Gaizka Garitano y los jugadores que comparecieron en zona mixta. Andone puso la pelota en el tejado de esferas superiores y al día siguiente fue el presidente, Tino Fernández, el encargado de dar altavoz a un pensamiento que comparten y respaldan técnicos, jugadores y aficionados.
El próximo sábado, ante el Málaga, el encargado de impartir justicia será el colegiado vasco Vicandi Garrido. El deportivismo no espera que el árbitro le beneficie, pero sí que, al menos, no le perjudique como han hecho los anteriores. Será observado con lupa.

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