Los sindicatos y la oposición política muestran discrepancias por la compra

Los sindicatos y la oposición política muestran discrepancias por la compra
Vista de la entrada de la sede principal en el centro de Caracas (Venezuela). El banco venezolano Banesco se ha impuesto como el ganador de la subasta del 88,3 % de la entidad española Novagalicia frente a la gran banca en España y dos fo

La compra de Novagalicia por parte de Banesco ha generado división de opiniones políticas y sindicales que apoyan o reprueban la operación de adjudicación anunciada el miércoles.
Entre la patronal y los sindicatos ha habido diferencias, pues la Confederación de Empresarios de Galicia ha considerado que la operación de venta ha sido “superpositiva” y confirma la “apuesta” del empresariado, y la de Pontevedra aplaudió la voluntad de Banesco de repartir créditos entre empresas y familias por un importe de 9.000 millones de euros.
El presidente de la patronal gallega, José Manuel Fernández Alvariño, explicó que esa apuesta del empresariado era por el equipo encabezado por el presidente de Novagalicia, José María Castellano, por el mantenimiento de los centros de decisión en Galicia y de los puestos de trabajo y, “lo más importante”, porque fluya el crédito.
Coincidió con esta visión positiva el sindicato CCOO, porque la compra permite mantener una entidad financiera y frena el oligopolio.
Del otro lado, más de un centenar de personas convocadas por los sindicatos UGT, CIG y ASCA en Novagalicia Banco pidieron ayer seguridad laboral y financiera ante de la oficina del Banco de España de A Coruña, donde convocaron una concentración para denunciar la situación de “extrema urgencia” en la que se encuentra el personal de la entidad bancaria después de la adjudicación.
Alberto Núñez Feijóo insistió el miércoles que la opción de Banesco para quedarse con Novagalicia banco por 1.003 millones de euros es “la mejor”, ya que era “tan contundente, tan clara y diáfana en precio y condiciones” que el FROB tomó la decisión inmediata de adjudicarle la entidad en defensa de los intereses generales.
También el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, valoró la vuelta al mercado de Novagalicia Banco después de que Banesco haya adquirido el 88,3% de la entidad nacionalizada durante la crisis financiera.
Mientras, BNG, UPyD y la Izquierda Plural criticaron en el Congreso que Novagalicia se haya vendido solo por 1.000 millones de euros, cuando el Estado ha inyectado en la entidad 9.000 millones, y en este sentido, el secretario general del PSOE gallego, José Ramón Gómez Besteiro, exigió al PP que explique quién va a pagar estos 8.000 millones de diferencia.
El portavoz nacional del Bloque, Xavier Vence, lamentó que Galicia haya perdido la ocasión de mantener su sistema financiero por “solo 400 millones”, aunque consideró la opción de Banesco “un mal menor”, y los grupos de la oposición al PP en A Coruña lamentaron que se haya vendido a precio “de saldo” en lo que consideran un “expolio”.
El portavoz del grupo municipal del BNG, Xosé Manuel Carril, puso de manifiesto que la venta de Novagalicia Banco no habría tenido lugar “si fuésemos catalanes o madrileños, ya que La Caixa y Bankia no fueron vendidas por ser declaradas estratégicas para Cataluña y para España”. “Ellas tendrán su propia banca y, por el contrario, los gallegos nos quedamos sin banca propia porque así lo quiso el PP”, añadió.
En el plano académico, el rector de la Universidad de A Coruña (UDC), Xosé Luis Armesto, dijo que espera que “cualquier entidad financiera comprenda lo importante que es invertir en educación, formación y universidad”, pues Novagalicia Banco colabora con la UDC, a la que aporta 15.000 euros como patrocinador, una financiación que ha destacado, junto a otras, porque permite paliar la caída de ingresos y mantener los niveles de calidad de la UDC. n

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