El Ayuntamiento no arreglará el bajo del Millennium por ser “perigoso”

El Ayuntamiento no arreglará el bajo del Millennium por ser “perigoso”
Uno de los sin techo que hasta el domingo residía en los bajos del Millennium | quintana

Los dos sin techo que ocupaban desde hacía un mes y medio los bajos del Millennium los abandonaron ayer, después de haber encontrado alojamiento en un piso compartido con un tercer sujeto en riesgo de exclusión social. Pero el descubrimiento de que se habían vuelto a ocupar los bajos del Millennium pone de manifiesto que el Ayuntamiento no cuenta todavía con un plan para estas instalaciones, que llevan años abandonadas a merced de las olas. El concejal de Regeneración Urbana, Xiao Varela, señaló recientemente que “a zona é moi exposta, polo que o equipamento non ten unha boca ubicación. E metimos unhas reixas máis competentes porque é perigoso” .
Estas rejas resultaron a la postre ser insuficientes y aunque el Gobierno local probablemente volverá a sellar los bajos, es poco probable que invierta dinero en  unas instalaciones que parecen irrecuperables, hoy por hoy, a pesar de las peticiones de los vecinos de Labañou: cualquier proyecto que se llevara a cabo allí amenaza con desaparecer con el primer temporal. Los que lo recuerdan cuando se inauguró, asegura que era un lugar espléndido, con suelos de parqué.  Nació con el siglo de la mano del alcalde Francisco Vázquez que, en el 2000, sostenía que a un regidor se le recordaba, entre otras cosas, por levantar torres. La suya costó 360 millones de pesetas de las de entonces y se construyó a marchas forzadas: una aguja de cristal de roca grabada con imágenes de la ciudad de la mano de Gerardo Porto. Para el local del bajo, el socialista pensó en tiendas y una cafetería desde donde se pudiera  contemplar el océano.
Pero ese mismo océano, que debía constituir su principal atractivo, se convirtió en un defecto insalvable, porque las olas de los temporales invernales destrozan la estructura. El Gobierno de la Marea Atlántica no es el primero en darse por vencido: después de los fuertes temporales de 2010, el entonces concejal de Infraestructuras, Esteban Lareo, descartó que en un futuro a esta zona pudiera dársele cualquier uso. Entonces se levantó un muro con piedras, pero los temporales volvieron a derribarlas, así que fue tapiado y clausurado. Las rejas “máis competentes” no ofrecen resistencia al mar, de manera que este no las derriba. Sin embargo, parece que tampoco suponen un obstáculo para los sin techo, a pesar de que se trata de un lugar tan peligroso.

El Ayuntamiento no arreglará el bajo del Millennium por ser “perigoso”

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