A juicio el chabolista que se entregó en Lonzas tras descuartizar a su pareja

Un jurado popular de origen leonés será el encargado de enjuiciar en las próximas semanas al hombre que en noviembre de 2012 se presentó en la comisaría de Lonzas para confesar que acababa de matar y descuartizar a la mujer con la que convivía en un antiguo lavadero de carbón de la localidad berciana de Bembibre.
Aquella madrugada, el detenido aportó a la Policía detalles estremecedores, como que había ocultado los restos de su compañera sentimental en dos maletas, después de acabar con ella de un tajo (fortuito, según su versión). Poco después se sabría el motivo del viaje del hoy acusado desde León: el quincuagenario, de origen portugués, era un antiguo residente del poblado chabolista de A Pasaxe y en aquella fecha todavía residía allí parte de su descendencia, producto de una pareja anterior.
También coruñés es el letrado que ejerce su defensa, José Ramón Sierra, que tratará de conseguir una pena mínima en atención a circunstancias que pueden obrar en favor del autor confeso del crimen: la legítima defensa que invocó desde un primer momento –ante la Policía dijo que su compañera lo había atacado primero con un  cuchillo y que él se había limitado a intentar pararla, con un resultado fatal–, el estado de embriaguez en el que aseguró que se encontraba aquella noche, la obcecación y su colaboración con la justicia, dado que cuando confesó los hechos ninguna noticia se tenía del homicidio y la Guardia Civil dio con los restos de la víctima gracias a las indicaciones precisas que este aportó.

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Si, para la defensa, la muerte violenta de la mujer –una cuadragenaria de origen ceutí, madre de dos hijos e indigente como su compañero sentimental– debe calificarse a efectos de condena como un homicidio, tanto la Fiscalía como las acusaciones, que ejercen una hermana de la fallecida y la asociación Clara Campoamor, entienden que se trata de un asesinato.
En ese sentido se formulan las peticiones de condena, que van desde los 18 años de reclusión que reclama el Ministerio Público hasta los 20 de las otras dos partes procesales, una de las cuales habla además de un segundo delito, de profanación de cadáveres, por el trato que se dispensó al cuerpo de la víctima, al ser troceado e introducido en dos maletas. n