La acampada del Obelisco o el agujero de O Parrote también esperan a los turistas

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r. l. > a coruña
  El verano pasado, la temporada turística en la ciudad arrancó con la avenida de La Marina en obras y con las playas todavía cerradas a la espera de que finalizasen los trabajos de relleno. Las principales zonas turísticas de la ciudad no se librarán de los problemas este año. Así, los viajeros que se desplacen hasta A Coruña no sólo se encontrarán por tercer año consecutivo con la zona de O Parrote cerrada por unas obras que no arrancan, sino con el Obelisco copado por los “indignados” y su acampada.

A esto se suma el mal estado del Paseo Marítimo y la intención del anterior gobierno local de reformarlo durante el verano. Para muchos vecinos, falta planificación a la hora de decidir cuándo ejecutar las obras, en especial si éstas afectan a las zonas más visitadas por los viajeros que se acercan hasta la ciudad.
En el caso de O Parrote, los turistas llevan desde finales de 2008 viendo como el agujero de la dársena no avanza. El pasado 12 de mayo, el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Losada, presentó lo que, según dijo, era la propuesta definitiva para el aparcamiento. En la misma –la tercera desde que se anunció la obra–, el Puerto apostaba por conservar los restos de la muralla en el mismo lugar en el que se encuentran, y por reducir, en un principio, el número de plazas de aparcamiento. A su alrededor se planteaba la creación de plazas a diferentes alturas con el fin de que el baluarte pudiese ser visto desde cualquier punto. Además, se reducía el espacio reservado a usos terciarios a una única superficie de 863 metros cuadrados a la altura de la Solana.
En el momento de la presentación de la propuesta faltaba por redactar el estudio de detalle del mismo, así como el arqueológico para la conservación de las murallas. La campaña electoral hizo que la búsqueda de una solución para O Parrote se alargase más de lo deseado. Tras el cambio de gobierno en María Pita, el nuevo alcalde, Carlos Negreira, declaró que una de sus máximas prioridades era dar una salida al agujero de O Parrote.
Casi una semana después la toma de posesión el pasado 11 de junio, el primer edil aseguró que podría haber una solución para el aparcamiento en menos de un mes, ya que su administración ya había iniciado los contactos con la Autoridad Portuaria. De hecho, durante su etapa en la oposición, Negreira siempre criticó la falta de acuerdos para sacar adelante el tema de O Parrote, en especial desde el punto de vista del turismo, donde el actual alcalde consideraba que existía un déficit de planificación en la anterior etapa.

Acampada > El de la dársena no es el único “obstáculo” con el que se encontrarán los turistas que lleguen estos días a la ciudad: el Obelisco continúa plagado de las tiendas de campaña del movimiento 15-M.
Los “indignados” tomaron los Cantones el pasado mes de mayo agrupados, en un primer momento, bajo el colectivo Democracia Real Ya, y siguiendo el modelo de la acampada de Sol, en Madrid. Pero, a lo largo de las últimas semanas, fueron muchos los grupos de “indignados” que decidieron cambiar los campamentos en la vía pública por otro tipo de movilizaciones.
Aunque hay vecinos que consideran que el movimiento ya no tiene tanta fuerza como al principio, en la manifestación hasta María Pita del pasado domingo 19 en contra de las medidas adoptadas por Europa participaron más de 6.000 personas.
El gobierno local considera que no es de su competencia el desalojo del campamento del Obelisco, sino que es la Delegación del Gobierno la responsable de tomar la decisión de invitar a los “indignados” a abandonar sus “casas” improvisadas en los Cantones.


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