El Gobierno trabaja para evitar el efecto contagio del ataque de Cornellá

El Gobierno trabaja para evitar el efecto contagio del ataque de Cornellá
Representantes del sindicato de Mossos Uspac que defiende a la agente que abatió al atacante de Cornellá | a. garcía (efe)

El Gobierno trabaja para atajar el contagio que el atentado de Cornellá pudiera tener sobre otras personas y para ello ha dictado una instrucción especial para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado redoblen las estrategias de autoprotección.
Así lo afirmó la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, quien precisó además que la instrucción insta a los agentes a no bajar la guardia y a que estén “perfectamente equipados y en su posición de protección” porque, según destacó, su autoprotección “también colabora en la seguridad de todos”.
Botella rechazó entrar a analizar la casuística del ataque de Cornellá porque “está sometida a investigación judicial”, pero señaló que lo que más interesa al Gobierno es “atajar desde el punto de vista de la seguridad esos posibles efectos que tiene sobre otros comportamientos de otras personas que pudieran sentirse contaminadas por el hecho”.
Así, recordó que desde el inicio del verano España está en “un nivel 4 reforzado de alerta terrorista, no porque haya habido ningún tipo de información especial” de que pudiera haber atentados, sino porque “todos los elementos que se reciben de los países europeos del entorno” y el primer aniversario del atentado en Barcelona “exigían la mayor precaución por parte de todos”. “Eso exige una serie de dispositivos muy potentes” aplicados en todo el país, y aseguró que el Gobierno “trabaja activamente para garantizar esa seguridad en un trabajo –el policial– que a nadie se le escapa tiene muchas vertientes, aristas y casuísticas”.
Sobre el atentado de Cornellá afirmó que hay “una reunión diaria todas las mañanas” del Centro de Inteligencia para la Lucha contra el Crimen Organizado y el Terrorismo (Citco), donde están las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, los máximos expertos de la Secretaría de Estado y las policías autonómicas.
Mientras, el sindicato Uspac, que ejerce la defensa de la agente de los Mossos imputada por abatir al hombre que asaltó la comisaría de Cornellá, pidió ayer que se la condecore, porque es una “heroína” que tuvo una actuación “de libro, muy meritoria” que “salvó vidas”. En rueda de prensa, el presidente de la Uspac, David Lijarcio, destacó que la actuación de la mossa fue “muy meritoria”, ya que en todo momento actuó para salvar su vida y la de sus compañeros de comisaría, muchos de los cuales estaban en los vestuarios, sin arma, antes de iniciar su turno o finalizarlo.

Actuación heroica
Ante la amenaza que suponía el atacante, armado con un cuchillo y que invocó a Alá al abalanzarse contra la policía, la agente, con catorce años de experiencia en el cuerpo, no se encerró en un despacho para protegerse, como podría haber hecho, sino que pidió la ayuda del sargento para impedir entre ambos que el asaltante accediera a las dependencias policiales y atacara a sus compañeros, desarmados en el vestuario.
Según el presidente del Uspac, la mossa, que actualmente está de baja, no solo pensó en salvar su vida, sino también la de sus compañeros, durante un incidente que no duró más de quince segundos, en los que se interpuso entre el agresor y los demás agentes. “Esperamos que el departamento de Interior se comporte y la reconozca como es debido”, indicó Lijarcio, que destacó que esta mossa, al igual que el sargento que salió en su ayuda, son unos “héroes” y “como héroes hay que reconocerles” y condecorarles. l

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