De la belleza de un cristal rayado a mirar a la muerte a los ojos

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  entrevista de nagore menayo

“Legendary lee miller” en la fundación caixa galicia

De la instantánea de una merienda junto a Pablo Picasso se pasa a otra que muestra centenares de vidas sesgadas por el holocausto nazi. Y el retrato de una de sus mejores amigas se exhibe junto a la entrada de la perfumería parisina Guerlain.
Éstas son sólo algunas de las cien obras que componen la exposición de fotografías de Lee Miller, que gracias a la Fundación Caixa Galicia se exponen por primera vez una galería española.
La mirada más arriesgada de la fotografía del siglo XX cuelga desde ayer de las paredes de la sala, componiendo una visión muy “personal” de la realidad social de la época.
Fue la única mujer que retrató la crudeza de la II Guerra mundial, que fue capaz de cruzar la línea enemiga por delante de las tropas aliadas para fotografiar el centro de operaciones de Hitler envuelto en llamas, conocedora de que ese hito marcaba el final de la guerra.
Pero con la misma mirada con la que se enfrentaba al horror nazi, fue con la que descubrió la belleza de las cosas pequeñas, los matices que subyacen bajo la simple realidad y consiguió convertirse en el estandarte del surrealismo de los años 30 y 40.
La misma con la que retrató hasta más de 1.000 veces a Picasso, a quien le unió una gran amistad, además de otros artistas como Miró y Tàpies. Esa intrépida forma de trabajar fotografiando todo a su paso fue la que le llevó a recorrer medio mundo como corresponsal de la revista Vogue, captando algunos de los momentos históricos del siglo pasado.

Trabajo único > Tras su muerte, en 1977, fue su hijo quien descubrió el gran legado artístico que había dejado la fotógrafa. El mismo que ha ofrecido el centenar de obras que componen la muestra “Legendary Lee Miller” que se expone en la ciudad.
“Mi madre escondió los negativos en cajas en el desván, y sólo los descubrimos tras su muerte”, afirma Antony Penrose, quien ayer presentó el trabajo de su madre. “Había más de 60.000 negativos, manuscritos, planos y mapas”, señala. Tras visionarlas y poner cierto orden en aquel volumen de fotografías, Penrose seleccionó un centenar, realizadas a lo largo de 40 años en la carrera de Lee Miller.
En todas ellas se ve más de lo que se muestra. Se descubre a una fotógrafa implicada y afectada por la realidad social de la época, con “una manera loca de ver las cosas” y que buscaba siempre “la otra visión” en cada instantánea. Por ello era capaz de ver la belleza en una puerta de cristal rayada porque ella sabía que lo que hacía esas muescas eran los anillos de brillantes de las damas al girar el picaporte. Por ello también retrató la cabeza de su mejor amiga, Tanja Ramm, dentro de una campana de cristal en 1931. Una denuncia a todos aquellos hombres que querían “atrapar” su belleza y una defensa de la igualdad de derechos entre ambos sexos que ella siempre protegió.
Sus fotografías están llenas de simbolismo, de mensajes, de amistad, de sentimientos, pero sobre todo, llenas de su propia personalidad, que asoma en cada uno de sus trabajos. Estos se pueden ver en la Fundación Caixa Galicia hasta el próximo 11 de septiembre.


 

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