La amistad puede durar para siempre pero, si se acaba, siempre deja un mal recuerdo. Los hermanos Lemo lo saben mejor que nadie después de sufrir el miércoles un curioso intento de robo en su domicilio, en el número 62 de la calle de La Merced, en Os Castros. Unos antiguos amigos de su primo, con el que viven, se colaron por el balcón de su casa, que se encuentra en un primero, con la intención de llevarse su consola de videojuegos Wii. Sorprendidos in fraganti por el hermano menor y el primo, les persiguieron e informaron de su situación a la Policía Local, que arrestó a los tres sospechos, dos hombres y una mujer.
La Policía Local les detuvo en la plaza de A Cubela tras una rápida persecución
Fue a las ocho y media de la tarde cuando Miguel Lemo, de 17 años, se dirigió al piso en compañía de su primo. Se habían dejado la llave, pero vieron luz por debajo de la puerta y supieron que algo pasaba. “Nuestro primo lo supo incluso antes –explicó José Manuel, de 21 años- porque había visto a la novia de uno de ellos esperando en el coche. Entonces salimos a la calle y dimos la vuelta por la parte de atrás, donde está el balcón”, explicó Miguel. Efectivamente, el balcón, que daba a la calle paralela de Antonio Ríos, estaba abierto. El menor cogió una piedra con intención de lanzársela a los ladrones en cuanto asomaron la cabeza, pero volvieron a introducirse en el interior.
Persecución
Sabían que tratarían de escapar por la parte de atrás, así que corrieron de nuevo al portal. “Mi primo cogió a uno de ellos y le pegó un puñetazo. Consiguió quitarle la caja que traían”, recuerda Miguel. Ambos se subieron al coche y los persiguieron. Mientras tanto, llamó a su hermano, que dio la alarma al 092.
Los agentes llegaron al piso, donde encontraron ya a José Manuel, que seguía hablando por teléfono con su hermano menor. Pero se separaron y los perdieron de vista a altura del parque de Oza, según fuentes de la Policía Local. Así que decidieron seguir a la chica, que fue a la plaza de A Cubela.
Allí se acabó la partida: una patrulla municipal apareció justo en el momento en que se reunía con dos jóvenes, uno de los cuales había estado implicado en el robo. A requerimiento de los agentes, llamaron a su amigo, que acudió al lugar por su propia voluntad. Los tres fueron detenidos por un delito de robo en interior de vivienda: se trata de A.J.S.S. de 18 años, L.T.D., de 19, y A.P.R., de 17. n