Más de nueve de cada diez jóvenes creen que el acoso escolar es un problema generalizado en sus comunidades y dos tercios aseguran haberlo experimentado en primera persona. Así lo revela una encuesta realizada por la organización Unicef y otras instituciones aliadas.
La distribución del cuestionario se realizó a través de U-Report, una herramienta que promueve la participación juvenil y ofrece una plataforma para más de dos millones de jóvenes U-Reporteros de más de una veintena países. A esta muestra de individuos se les plantearon vía Facebook y Twitter una serie de preguntas en relación al impacto del acoso escolar en su comunidad, su experiencia personal y qué piensan que se puede hacer para terminar con este tipo de violencia.
Tras unificar todas las respuestas, Unicef comunicó que participaron más de 100.000 U-Reporteros, contactados por aliados como los Scout y Girl Guides, con edades estimadas entre 13 y 30 años, entre ellos jóvenes de Senegal, México, Uganda, Sierra Leona, Liberia, Mozambique, Ucrania, Chile y Malasia.
Igualmente se contactó con estudiantes de Nigeria, Swazilandia, Pakistán, Irlanda, Burkina Faso, Mali, Guinea, Indonesia, Zambia, además de otros a través del canal Global U-Report.
“El bullying, incluyendo el acoso escolar a través de Internet, sigue siendo un riesgo incomprendido para el bienestar de los niños y jóvenes”, afirmó Theresa Kilbane, experta en protección infantil de la organización.
“Para terminar con este tipo de violencia, debemos fomentar la conciencia pública sobre el dañino impacto del acoso escolar, formar a los profesores, padres y tutores con las habilidades necesarias para identificar los riesgos e informar de los incidentes, y ofrecer atención y protección a las víctimas”, recalcó.
La encuesta puso de manifiesto que un tercio de los consultados creen que ser maltratado es normal y, por ello, no se lo han dicho a nadie. Asimismo, la mayoría de los que fueron víctimas señalaron a su aspecto físico como blanco de los acosadores. “Otras causas de acoso escolar se atribuyeron a la orientación sexual u origen étnico”, concretó Unicef.