Doble regalo de Abdoulaye

Doble regalo de Abdoulaye
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 Un penalti transformado por Isaac Cuenca en el minuto 94 salvó al Deportivo de repetir la película de Granada en su estreno en Riazor, donde el fútbol de Primera División regresó casi quince meses después.
Las imprecisiones convirtieron el primer tiempo en un correcalles, con dos equipos muy intensos, que hicieron de la velocidad y la presión sus principales armas, pero que se olvidaron de lo más importante, mover la pelota con orden y calma.
Tanto el cuadro de Víctor Fernández como el de Paco Jémez se mostraron incapaces de dar tres pases seguidos, con demasiadas pérdidas de balón.
Fue el Depor quien avisó y golpeó primero. En el minuto 5, un gran pase largo de Lopo dejó a Toche solo ante el portero Cristian Álvarez. Pero aunque el ariete picó el balón, el guardameta argentino adivinó la intención y metió una gran mano.
Solo un minuto después, llegó el 1-0. Un insegurísimo Abdoulaye se quedó corto al ceder el balón a su cancerbero. José Rodríguez, atento, aprovechó el regalo para hacerse con el esférico y batir a Cristian Álvarez a placer.
Isaac Cuenca, quien sumó su primera titularidad, demostró que, aunque le falta ritmo, está llamado a ser uno de los hombres importantes del ataque coruñés, y en los minutos 12 y 17 disfrutó de un par de oportunidades que no supo aprovechar.
Pero los madrileños también tuvieron sus ocasiones. Sobre todo, gracias a la vulnerabilidad de la zaga blanquiazul.
Manucho y Kakuta, en los minutos 21 y 28, metieron el miedo en el cuerpo a la afición local después de sendos errores de la retaguardia herculina.
El Depor respondió al asedio rayista, en el 29, con un gran centro de Canella al punto de penalti que la zaga visitante se vio obligada a despejar a córner.
Y seis minutos después, llegó la jugada más brillante del primer tiempo. Laure ganó línea de fondo y metió el pase de la muerte a Cuenca, que sacó un gran chut con su pierna izquierda, pero Cristian Álvarez despejó, y el rechazo le cayó a Toché, que no acertó en el remate.
Quien sí efectuó un disparo inapelable fue Alberto Bueno en el 39. El ex del Valladolid remató de cabeza un centro preciso de Aquino desde la derecha y el balón acabó en el fondo de la red de Lux (1-1).
Insua, quien fue duda hasta última hora por un esguince en su tobillo derecho, no acertó en su marca. De hecho, tuvo una noche para olvidar.
Al igual que hace una semana en el Nuevo Los Cármenes, el equipo bajó su rendimiento tras el descanso. Perdido y descolocado, se vio superado por el Rayo, que llegó con mucho más peligro al área blanquiazul.
Víctor Fernández reaccionó cambiando el doble pivote. José Rodríguez y Juan Domínguez se fueron a la ducha, y Álex Bergantiños y Medunjanin tomaron los mandos de la ‘nave’.
Por momentos, el Deportivo recuperó la tranquilidad en el centro del campo, pero un nuevo fallo defensivo les hundió.
 En el minuto 72, Aquino aprovechó un error de Luisinho para servir un nuevo centro medido a Alberto Bueno, que tampoco falló en esta ocasión, 1-2.
Con ansia y sin acierto, la escuadra coruñesa se volcó en ataque, en busca de un empate que parecía que no llegaría nunca.
Pero la historia cambió en el minuto 93. Abdoulayé, quien protagonizó un partido para olvidar, detuvo con la mano y dentro del área un disparo de Medunjanin. El colegiado pitó el penalti y Cuenca lo aprovechó.

Doble regalo de Abdoulaye

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