La segunda oleada de rebajas colapsa desde primera hora las áreas comerciales

La segunda oleada  de rebajas colapsa desde primera hora las áreas comerciales
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Después de una primera oleada de saldos, la ciudad vivió ayer la segunda, que fue más importante que la anterior teniendo en cuenta que Inditex se sumó al carro de las rebajas junto a El Corte Inglés y los escaparates se llenaron de vinilos con porcentajes. Los coruñeses no pasaron de largo ante la cita y a las diez de la mañana, hubo quien esperaba a la puerta a que las tiendas abriesen la veda, muchos con regalos de los Reyes Magos en bolsas. 
Y es que bien por insatisfacción del producto o porque trataban de arañarle unos euros al precio final, lo cierto es que en el mostrador se concentraron los que cambiaban mercancía sin etiquetar por otra igual pero con la condición de ganga, y los que solo venían a devolver las prendas sin la intención de hacerse con otras. 
La respuesta a la llamada del ahorro se notó en el acceso a las grandes superficies como Marineda City, donde el atasco se dibujaba pasadas las diez desde la rotonda de Baños de Arteixo hasta la misma entrada de la infraestructura. Esto hizo que los clientes tuvieran dificultades a media mañana para encontrar una plaza libre en el parking. 
Lo mismo ocurrió en las inmediaciones de Espacio Coruña. El tráfico se intensificó más de lo normal por Lavedra y el barrio de Someso y una vez en el edificio, no fue tarea fácil dejar el coche. Cuando consiguieron llegar a los montones de ropa, los consumidores comprobaron que El Corte Inglés pujaba en sus cristales por un 50% de descuento. Cortefiel, por ejemplo, se fue al 70%, dado que ya lleva varios días con saldos, e Inditex ofertó prendas desde el 20% para aplicar el 40 y 50% en los artículos que partían en temporada de cifras más elevadas como abrigos o vestidos “evening”. 
Unos y otros acapararon la atención de los que llevaban en su cabeza una lista, engordada, la mayor parte, por el aguinaldo que depositaron el miércoles los de Oriente. Así es que a primera hora, la carrera hacia la caja registradora fue asequible. Apenas había cola. Sin embargo, en cuestión de minutos la clientela empezó a serpentear por los pasillos y aunque se reforzaron los dependientes de los comercios para cobrar, el tiempo de espera llegó hasta la media hora. 
También en Los Rosales, los saldos afectaron al tránsito de vehículos por el barrio hasta el punto de que algunos optaron por dejar a un familiar o amigo esperando en doble fila mientras finiquitaban sus compras. Esto produjo un embudo en la ronda de Outeiro y las quejas de los vecinos, que veían que la Policía Local podía hacer más, mientras que los de la ORA emitían multas a los bien estacionados. 
Entre los adeptos a las rebajas, se encontraba mucho adolescentes con la sobrepaga de los Reyes y también adultos, más reacios al gasto en masa, que se decantaban por artículos fichados desde hace tiempo y algún que otro capricho. Entre las colas, estaban los especialistas en ir de saldos con un gancho, que se queda de retén mientras el sujeto sigue peinando módulos. Al final de la partida, todos quedaron satisfechos porque a pesar de que las ofertas serán mejores según vayan pasando las semanas, empezaron a buen ritmo y, sobre todo, con disponibilidad de tallas. 
La entrada a deshora del mal tiempo retardó el consumo de prendas de abrigo. Con la bajada estos días de las temperaturas, los buscadores de tendencias tienen ya una excusa para picar en un período donde cada uno marca el final. 
La liberalización de los saldos posibilita a comercios poner el comienzo y fin de sus advertencias en fluorescente. Es por eso que el sector fue solventando la temporada de otoño-invierno a través de promociones concretas de productos. 
Con la llegada de las navidades, muchos rebajaron parte de sus stands para aprovecharse del impulso consumista de esas fechas. El 2 de enero, las principales áreas comerciales de la ciudad lucieron carteles anunciando unas rebajas, que ya presumen de tener la totalidad de negocios con prefijo 981.

La segunda oleada de rebajas colapsa desde primera hora las áreas comerciales

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