El barco de Alfonso Molina y el Obelisco continúan a la espera de sus mejoras

El barco de Alfonso Molina y el Obelisco continúan a la espera de sus mejoras
El “Corpiño de Muxía” y el Obelisco, con su actual aspecto, rodeados de vallas patricia g. fraga

El Obelisco y el barco situado en Alfonso Molina continúan vallados a la espera de que se terminen los trabajos de mejora que se están realizando, afeando dos de los símbolos de la ciudad. La columna lleva desde el último día de junio con un andamio que la oculta prácticamente en su totalidad, mientras que la embarcación fue cercada a mediados del pasado mes de abril para iniciar los trabajos que debían terminar con la instalación de una nueva nave en el mismo lugar.
El pasado 30 de junio un andamio cubrió el Obelisco del Cantón Grande con el objetivo de llevar a cabo una obra de mantenimiento de este emblema de la ciudad, del que los turistas no han podido disfrutar en lo que va de mes de julio. Fuentes municipales explicaron que las reparaciones, entre las que figura el arreglo del reloj que llevaba tiempo sin funcionar, se extenderían durante un período de alrededor de tres semanas.
Sin embargo, ha transcurrido ya casi todo el mes de julio, uno de los más importantes en relación a la cantidad de visitantes que recibe A Coruña, y uno de los símbolos de la urbe ha estado oculto para los objetivos de cámaras y teléfonos móviles y de los ojos de los turistas.
El prolongado período que lleva oculto el Obelisco ha provocado continuos comentarios entre los coruñeses, que se preguntan cuándo podrán volver a disfrutar de este monumento, del que ahora solo se puede ver la aguja superior. Además, ha llamado la atención de los paseantes que, en los casi treinta días que lleva rodeado por el andamio, apenas se han visto operarios trabajando.
Fuentes municipales consultadas por este periódico no concretaron ninguna fecha para la finalización de los arreglos que se están llevando a cabo en el Obelisco.

"corpiño de muxía"
Mucho más tiempo llevaba vallado el “Corpiño de Muxía”, el barco que da la bienvenida a los conductores en la entrada de la ciudad por la avenida de Alfonso Molina, a la altura de una salida que lleva a Matogrande y al Barrio de las Flores.
El Gobierno municipal procedió a mediados del pasado mes de abril a vallar esta embarcación para iniciar los trabajos de desmontaje y traslado para dejar lugar a un nuevo barco. El “Corpiño de Muxía” se encuentra muy deteriorado por las inclemencias meteorológicas e incluso sufrió la embestida de dos vehículos que se salieron de la calzada y acabaron empotrados contra su casco.
Además, la zona de vegetación que quedó dentro del espacio vallado por el Ayuntamiento ha crecido en los últimos meses sin control, reflejando el estado en el que se encuentra este símbolo de la ciudad.
A pesar de que el Gobierno local ya tiene otro barco para colocar en el mismo lugar, fue cedido por un armador del sector del cerco después del apoyo recibido por parte del Consistorio, todavía no se ha producido el intercambio, que según las últimas informaciones estaba a la espera de completar los trámites administrativos necesarios que aventuraban un desenlace rápido que no se ha producido.
Desde el Ayuntamiento tampoco se pudo concretar a este periódico una fecha para completar esta operación, con la que se dotaría a este punto estratégico de un elemento distintivo y característico de la ciudad.

El barco de Alfonso Molina y el Obelisco continúan a la espera de sus mejoras

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