Greipel gana la batalla de San Quintín

Greipel gana la batalla de San Quintín
el ciclista alemán fue el más rápido en el esprint masivo con el que finalizó la quinta etapa efe

 El alemán Andre Greipel (Lotto Belisol) hizo doblete al imponerse al esprint en una demostración de fuerza en la quinta etapa del Tour de Francia disputada entre Rouen y Saint-Quentin, de 196,5 kilómetros, jornada que no alteró la general, con el suizo Fabian Cancellara (Radioshack) aún como único maillot amarillo desde que ganó el prólogo.

Greipel está en una onda victoriosa y volvió a demostrarlo 24 horas después de estrenarse en Rouen. Se impuso al australiano Matthew Goss (Orica GreenEdge) y al argentino Juan José Haedo (Saxo Bank), segundo y tercero. También le ganó el pulso a su enemigo íntimo, el campeón del Mundo Mark Cavendisk (Sky), solo quinto en la batalla del esprint en Saint Quintin.

No entró en la pelea el eslovaco Peter Sagan (Liquigas) porque se vio envuelto en la caída de turno, de nuevo a 2,7 kilómetros de meta, como en la víspera, en la que también quedó fuera de concurso el estadounidense Tyler Farrar. Sin embargo, sí se asomó por la cabeza el español Óscar Freire (Katusha), séptimo, pero el cántabro, triple campeón mundial, aún no se ve “para ganar”.

La prevista llegada masiva se cumplió, por lo que no se alteró la clasificación general. Cancellara tiene en bandeja su deseo de llevar a la montaña de mañana con el maillot amarillo que se enfundó en Lieja. Mantuvo los 7 segundos de ventaja sobre Wiggins (Sky) y Chavanel (Omega).

Los cálculos de caza casi juegan una mala pasada al pelotón que perseguía a los aventureros. Una tardía reacción y la rebelión de Jan Ghyselinck (Cofidis) y Pablo Urtasun (Euskaltel) después, casi se cargan el guión previsto. El ciclista vasco atrapó a su compañero de escapada a 350 metros de meta, y aguantó en cabeza hasta el último hectómetro.

Desfondado, Urtasun vio como le pasaba la marabunta como una exhalación. Greipel ya había conectado el turbo y no admitió competencia. Entró eufórico. Una victoria especial, por tratarse del Tour y por haber visto por el retrovisor a Cavendish, son quien mantiene una pugna deportiva y personal desde 2007, cuando ambos peleaban por los galones en las filas del T-Mobile. Esta vez sí hubo duelo. Triunfo sin paliativos. El decimoquinto de la temporada. n

Greipel gana la batalla de San Quintín

Te puede interesar