Álex Oviedo | “El protagonista viene a A Coruña a presentar la novela y aparece muerto en el hotel ”

El libro parte de un juego inicial entre sus dos autores, Elena Sierra y Álex Oviedo, que son cuatro manos sacándole jugo a un asesinato en una ciudad como A Coruña, que es agosto y telón de fondo de la trama. 
“El hacedor de titulares” (El desvelo) nació en la página web de Oviedo, después de que el escritor se imaginara una entrevista con uno de su especie, un autor colombiano que supuestamente despuntaba en el mercado a raíz de su última novela. 
Sierra la leyó y se la creyó y le echó en cara cómo no le había dicho nada de la joya en bruto a la que le había hecho preguntas, así que desmontada la mentira, fue la propia coautora que le respondió la broma con un segundo cuestionario. 
Lo tercero fue darle forma entre los dos a la historia de principio a fin: “El protagonista, Gumersindo Gutiérrez, viene a Coruña a presentar la novela y aparece muerto en el hotel” así que los dos que lo entrevistaron, Erika Doval y Alberto Pilares, comienzan a investigar las circunstancias. 
Este es el hilo argumental, cuenta Oviedo, que permite al lector situarse en un punto que en el mes de las fiestas es viñeta con el salón del cómic y taza de vino en O Faiado, el bar de la estación de trenes donde la barra sirve de escenario a la canción: “El personaje cuenta sus primeras impresiones de A Coruña” cuando era un perfecto desconocido. Después viene el flash de un Gumersindo ahorcado y el toma y daca posterior de Elena y Álex: “Yo lo rematé”. 
Explica Oviedo que no es fácil la puesta en común, pero que los dos coindicieron en darle un punto de vista humorística. Por eso, la vistieron de sátira, en Bilbao, donde cada “x” tiempo quedaban para intercambiar opiniones, sugerir y seguir hasta el punto final de un relato en el que ambos escriben crítica sobre fondo negro y la corrupción salta a la pista por varios casos políticos relacionados con los museos. 
La novela será presentada el 6 a las 19.00 horas en la Feira do Libro por Xabier López López. Desfalcos, ironía y olor a muerto, tres ingredientes y todo un verano por delante. l