La plataforma anti Penamoa organiza una patrulla para limpiar la basura del poblado

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abel peña > a coruña
  Aunque ahora no quedan más que seis chabolas en pie después de más de un año de continuos derribos, eso no significa que del poblado de Penamoa no quede ni rastro. En este caso, el rastro está compuesto por toneladas de escombros esparcidos por lo que antes fue el núcleo chabolista: ladrillos, maderos, hierros y mucha basura dan a la zona la apariencia de un vertedero ilegal. Es un problema que ha denunciado en numerosas ocasiones la plataforma Ventorrillo Desmantelamiento Penamoa que ahora, tras comprobar la pasividad de las autoridad, han decidido tomar la iniciativa formando una cuadrilla de limpieza.

La presidenta de la plataforma, Ana Oreiro, afirma que “queremos que sea algo más que un acto simbólico, así que hemos escogido una zona cercana a la Tercera Ronda, que está muy mal, para empezar a limpiar”. Los miembros de la plataforma junto con otros vecinos que se han sumado a la iniciativa acudirán a las ocho de la tarde y comenzarán a clasificar los deshechos según los materiales. “No sé cuanto tiempo dedicaremos, pero después llamaremos al servicio de limpieza para decirles que pueden venir a recogerlo”, añadió Oreiro.
Precisamente la degradación del entorno es muy evidente en la Tercera Ronda, porque las chabolas que aún subsisten se encuentran apiñadas en su margen derecho, y sus habitantes arrojan toda clase de deshechos a la cuneta de la vía, de manera que a lo largo de los meses se han acumulado una gran cantidad de desperdicios, a lo que hay que añadir que las farolas que la jalonan han sido saqueadas y despojados de su cable de cobre y, en algunos casos, mediante el método de derribarlas, de manera que ahora se encuentran sobre el asfalto.

Uralita >
Desde la plataforma  han denunciado también este problema, así como otros. Son conscientes de que entre tanto escombro hay residuos que son potencialmente peligrosos, como jeringuillas y fragmentos de uralita, que es un material cancerígeno . “Por supuesto, la uralita no la vamos a tocar, sabemos que tienen que hacerlo técnicos de una empresa especializada”, matizó la presidenta, reprochando de esta manera la actuación municipal.
En realidad, el Ayuntamiento contrató los servicios de una empresa para retirar este material, pero sólo en los últimos dos derribos, y únicamente después de que la ONG Arquitectos sen Fronteiras interpusiera una demanda. Sin embargo, el anterior ejecutivo local no hizo nada para solucionar el problema en el que se ha convertido estos deshechos y que afectan a los propios pobladores de Penamoa, que aseguran que tienen que proteger a sus hijos de “ratas grandes como gatos” debido a que los escombros se han convertido en refugios idóneos para los roedores.


La plataforma anti Penamoa organiza una patrulla para limpiar la basura del poblado

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