Los musulmanes, objetivo del cuarto ataque terrorista consecutivo en el Reino Unido

Los musulmanes, objetivo del cuarto ataque terrorista consecutivo en 
el Reino Unido
Un policía británico se dispone a colocar unas flores cerca del lugar del ataque, en el norte de Londres | reuters

La comunidad musulmana se convirtió ayer en el objetivo del cuarto atentado terrorista que sufre el Reino Unido en apenas cuatro meses, en el que una persona murió y diez resultaron heridas, dos de ellas de gravedad, en un atropello junto a una mezquita de Londres.
Este ataque, tras otros tres consecutivos asumidos por el grupo yihadista Estado Islámico, da un giro de la amenaza terrorista a la islamofobia y carga un nuevo pesar sobre la sociedad británica, conmocionada también por el incendio de un edificio la pasada semana, en el que se da por muertas, hasta el momento, a unas ochenta personas.


El incidente, ocurrido en la medianoche del domingo, se produjo al término de los rezos del mes sagrado del Ramadán, cuando una furgoneta blanca atropelló a varios feligreses que abandonaban el templo en la calle Seven Sisters, próxima a Finsbury Park, en el norte de la ciudad.


El subcomandante Neil Basu, de la Policía Metropolitana de Londres, apuntó después que la persona que murió en el suceso estaba recibiendo primeros auxilios antes de que el camión arrollara a los peatones, por lo que no se sabrá si el fallecimiento es consecuencia del ataque hasta que se lleve a cabo la autopsia.


La Policía detuvo a un hombre que conducía el vehículo y actuó solo, y que fue retenido por las personas que estaban a las afueras de la mezquita.


El sospechoso fue identificado como Darren Osborne, de 47 años, procedente de la zona de Cardiff, en Gales, y padre de cuatro hijos.

Sorpresa
Vecinos de Pentwyn, en el noreste de la capital galesa, se mostraron sorprendidos al reconocer a Osborne en las imágenes del hombre arrestado en Londres.


“Le conozco. He vivido aquí cinco años y él ya estaba aquí cuando llegué. Si yo hubiera necesitado algo, él me habría ayudado. No puedo creer que hiciera eso. Soy musulmán”, afirmó Saleem Naema, un taxista de 50 años.


El secretario de Estado de Seguridad, Ben Wallace, informó de que el agresor no estaba fichado por la Policía, si bien corroboró “un aumento de la ultraderecha” en el país. Varios testigos presenciales aseguraron que el atacante gritó que quería matar a musulmanes cuando fue apresado por los agentes. Uno de ellos, Abdulrahman Saleh Alamoudi, relató que se encontraba junto con un grupo de fieles y que, en ese momento, ayudaban a un anciano que “se había caído”, quizás a causa del calor, cuando la furgoneta se dirigió hacia ellos.
“Se nos vino encima esta furgoneta grande. Yo me las apañé para escapar”, afirmó. “Entonces, el tipo salió del furgón y le agarré. Estaba gritando: ‘Voy a matar a todos los musulmanes, voy a matar a todos los musulmanes’, al tiempo que iba dando puñetazos”, relató. Un imán de la mezquita de Finsbury Park, Mohammed Mahmoud, explicó que él y un grupo de fieles evitaron que la multitud golpeara al agresor. Sobre el hombre que murió en el lugar de los hechos, explicó que había perdido la conciencia poco antes y que diversas personas habían acudido a atenderle. Cuando la furgoneta se abalanzó sobre los fieles, había recuperado otra vez el sentido, según Mahmoud.
La primera ministra, Theresa May, dijo que este suceso es “un recordatorio de que el terrorismo, los extremismos y el odio adoptan muchas formas” e incidió en la “determinación” del Gobierno en “erradicarlos, sin importar quién sea el responsable”.

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