Las críticas contra el carril bici se concentran en la ronda de Outeiro

Las críticas contra el carril bici se concentran en la ronda de Outeiro
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El carril bici va camino de convertirse en uno de los grandes quebraderos de cabeza del Gobierno local. Lo que debía haber sido el gran éxito de la Marea Atlántica en pro de la movilidad sostenible se ha convertido en uno de los puntos más polémicos de su gestión. Aunque el alcalde, Xulio Ferreiro, insiste en que se hizo tan bien como fue posible teniendo en cuenta que se tuvo que amoldar a las condiciones de las vías, sus detractores denuncian que se realizó unilateralmente, sin tener en cuenta cómo afectaría a otros colectivos: no solo a conductores, sino a vecinos y comerciantes, lo que explicaría en parte la fría acogida que ha tenido en muchos sectores. Uno de los puntos donde más quejas se recogieron es en la ronda de Outeiro, en el tramo comprendido entre la avenida de Pérez Ardá y la calle Merced: en octubre,
los comerciantes de la zona reunieron 400 firmas que entregaron a la asociación de vecinos de Monelos para que se las hiciera legar al Gobierno local. Solicitaban cambios que nunca se llevaron a cabo.  


Según explican desde la asociación vecinos, la recogida de firmas se realizó de forma espontánea entre los afectados: gestorías, talleres de ruedas, de reparación de móviles, academias, panaderías,
cafeterías... Luego hicieron entrega de ellas a la asociación vecinal para que lo entregaran al Ayuntamiento, como así hicieron. La propia asociación no estaba muy conforme sobre cómo se había construido la infraestructura, sobre la que, en principio, no se habían posicionado en contra. “El proyecto lo vimos más o menos correcto. Matogrande, Primo de Rivera, avenida del Ejército..., las soluciones que planteaba, como estaba diseñado y en principio, como asociación de vecinos, Monelos no se oponía, confiando en que se ejecutara bien”.

Bolardos 
Desgraciadamente, pronto se abandonó el plan inicial. “No había bolardos colocados en proyecto, la delimitación se hacía con obstáculos horizontales y unos pocos bolardos al comienzo y al final ¿Por qué han hecho ese cambio?”, se preguntan desde la asociación de vecinos. Aseguran que fue por este motivo por el que se  generando problemas en las salidas de los aparcamientos, en las intersecciones, sin contar el consabido problema de inseguridad de las paradas de bus: el carril sube por la acera, pero en muchos puntos no está diferenciado. 


Eso significa que el pavimento es diferente, y que ciclista y peatón comparten acera, lo que no está permitido en las ordenanzas municipales. Para la asociación de vecinos, comparando el proyecto elaborado y la ejecución se han asumido cambios en la percepción del carril bici que generan mucha “resistencia social”.

Un ejemplo es la intersección de Pérez Ardá con la ronda de Outeiro, en dirección centro, en el proyecto había tres carriles, uno con giro a la derecha para dirigirse a la Merced. “Pero lo eliminaron y ahora la gente se encuentra con problemas: sale del aparcamiento y se encuentra con el carril atascado, no le dejan incorporarse y a veces hay colisiones”, señalan los vecinos al tiempo que aseguran que “si se hubiera corregido y no hubiera habido más lío, no habría pasado nada, pero nos siguen lloviendo quejas. .Para ellos, está claro que hubo una falta clara de campañas de participación y de esfuerzo por llegar a un consenso con los residentes. l

Las críticas contra el carril bici se concentran en la ronda de Outeiro

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