El juez encarcela a ocho arrestados en la redada antidroga en Orillamar

El juez encarcela a ocho arrestados en la redada antidroga en Orillamar
Familiares de los detenidos esperaban en el exterior mientras se desarrollaban las diligencias judiciales

Fue una larga jornada la que se vivió ayer en los Nuevos Juzgados, por donde pasaron los detenidos por la operación antidroga de la Policía Nacional en las viviendas sociales de Orillamar. Hasta 15 de los 23 arrestados en la redada del jueves acudieron a declarar. Como eran tantos los apresados, fueron trasladados en varias tandas, de manera que las diligencias policiales se alargaron durante todo el día.
Una vez concluidos los interrogatorios, el juez decretó prisión provisional comunicada y sin fianza para ocho de los arrestados –cinco hombres y tres mujeres. Todos ellos se encuentran en situación de investigados por tráfico de drogas e integración en grupo criminal.
Depósito y tenencia de armas
Además, el magistrado achaca a dos de ellos depósito de armas y a otros dos, tenencia de armas. Los otros siete interrogados quedaron en libertad, pero continúan siendo investigados.
Uno de los apresados no prestó declaración, ya que alegó un problema de salud y fue trasladado al hospital, posponiéndose su interrogatorio hasta que esté recuperado. También quedó pendiente el de los otros ocho apresados, que pasarán por las dependencias judiciales en las próximas horas.
La mayoría fueron detenidos por un delito contra la salud pública, después de que la Policía Nacional se incautara de un kilo de cocaína, diez de hachís, y una gran cantidad de heroína.
Expectación en el exterior
Mientras tanto, los familiares de los sospechosos esperaban el exterior. La mayor parte, miembros del clan gitano de los Jiménez, que residen en las viviendas de Orillamar. Todos son miembros de las 35 familias que hace ya 13 años recibieron las viviendas del Ayuntamiento, tras demolerse el antiguo poblado en el que vivían, conocido como los Arcones.
Desde entonces, el tráfico de drogas había sido un secreto a voces, y las viviendas sociales se habían convertido en un punto importante del menudeo de droga en la ciudad.
La Policía aseguran que habían blindado las viviendas, instalando puertas acorazadas y circuitos cerrados de televisión en trasteros y ascensores, así como vigilantes en el patio que separa los bloques de viviendas.

El juez encarcela a ocho arrestados en la redada antidroga en Orillamar

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