La corporación municipal de Arteixo celebró ayer un pleno en el que se aprobaron, como ya adelantó hace unos días el Gobierno local, las modificaciones puntuales para los usos de dos parcelas en el polígono de Sabón.
Una de ellas es sobre la que se asentaba la antigua fábrica de Schweppes, una parcela de unos 30.000 metros cuadrados de superficie y que ya se tramitó en su día con la Xunta con la idea de construir allí un edificio de oficinas y otro de usos terciarios.
Una iniciativa que el Ayuntamiento arteixán ve como una oportunidad para crear empleo, ya que considera que, como se refleja en el estudio presentado, se podrían generar un total de 1.300 puestos de trabajo.
Esa modificación de uso, recuerda el Gobierno local, ya comenzó a fraguarse hace un año y medio, en mayo de 2014, y ya superó el trámite del Ejecutivo autonómico en lo que respecta al impacto medioambiental de esta actuación. Eso sí, aunque se pretende convertirlo en uso terciario, se prohíbe expresamente la construcción de viviendas y la instalación de grandes superficies en esta parcela, para reducirlo a las mencionadas oficinas, vivero de empresas, concesionarios de coches o hipermercados, por poner algunos ejemplos. Asimismo, dentro del proyecto para esa parcela se recoge la urbanización del frente de esta superficie, con la construcción de dos glorietas en las intersecciones de la avenida de la Diputación con las avenidas de Amancio Ortega y del Embalse, además de ejecutar las aceras colindantes con la parcela en cuestión.
La otra modificación que se aprobó fue la de la parcela de la empresa de muebles Gundín, una superficie de casi 13.500 metros cuadrados y sobre la que se asientan tres naves industriales.
Por otra parte, el pleno aprobó una moción de apoyo a los refugiados que están acudiendo a Europa desde Siria y otros países africanos y otra sobre la situación de los afectados por el medicamento de la talidomida.